Esta semana ha sido noticia que una niña de 12 años, refugiada ucraniana que ahora vive junto a su madre con una familia de acogida en Bristol, podrá seguir sus estudios de piano en Inglaterra. Se trata de Kateryna Pyshniuk, quien junto con su madre, huyeron de la guerra y abandonaron el país al cabo de un mes, dejando a tras a su padre y a su hermano. Ahora la ilusión de seguir estudiando aquello que le apasiona en el país que le coge es lo que le da fuerza a seguir adelante con sus sueños.
Como informa BBC, Kateryna Pyshniuk y su madre Anna se trasladaron a Bristol nada más conseguir los visados. Allí, Kateryna, tuvo la oportunidad de lograr una plaza en el Clifton College donde pudo dar a conocer sus destacadas habilidades musicales. Tener esta oportunidad le abrió la puerta a concertar una audición en la Royal Academy de Londres. Algo que considera un sueño, ya que, según cuenta, nunca llegó a imaginarse que algún día actuaría en Inglaterra o que aprendería en la Academia Real.
Kateryna dice sentirse privilegiada ante las nuevas oportunidades que le brindan a seguir aprendiendo con profesores nuevos, lo cual le permite seguir trazando su horizonte como pianista. En Bristol, ella y su madre, quien también es músico profesional, les acogieron dos músicos que han sido su profesores nuevos, y quienes les han dado el apoyo para que Katheryna pueda seguir desarrollando sus especiales habilidades que tiene con tan solo 12 años.
La historia de Katheryna sirve para dar visibilidad a la importancia de seguir garantizando el derechos a la educación a todos los niños y niñas refugiadas. La importancia de que esta situación compleja que atraviesa sus vida, no tenga que implicar que se vean mermadas sus oportunidades a recibir una educación, ya que es lo que les va a ofrecer un mayor bienestar, así como, asegurar una mejor inclusión y cohesión de todos y todas.
