Un informe reciente presentado por el proyecto Jericó de atención a personas sin hogar apunta un aumento de mujeres que duermen en la calle en Granada, según la memoria anual 2021-2022. Unos datos que ayudan a visibilizar la realidad de las mujeres sin hogar. El proyecto, coordinado por el Arzobispado de Granada desde 2016, persigue el objetivo de ofrecer residencia a las personas sin hogar que duermen en las calles.
Un trabajo de suma importancia, que, cuando se aborda desde las mujeres, es necesario hacerlo con intervenciones concretas con un enfoque feminista, con el fin de conseguir superar esta forma de discriminación y exclusión grave. La cual cosa también contribuye a romper con la visión masculina que predomina en el sinhogarismo, que invisibiliza la situación de las mujeres. Es por esto que es clave tratar esta problemática social desde su gran heterogeneidad, destacando a la mujeres como uno de los colectivos que los estudios cada vez señalan más que van en aumento. De esta forma, romper con la doble invisibilización, por ser mujer y por su situación de sin hogar.
El proyecto Jericó cuenta con la financiación económica de parroquias, comunidades religiosas y laicas de Granada, que gracias al llamamiento a la solidaridad de la Iglesia durante el curso 2021-2022 pudo ofrecer un toral de 1260 pernoctaciones en la pensión El Hidalgo de Granada. Se trata de un convenió establecido para poner a disposición plazas de emergencia para las personas sin hogar que lo necesiten a lo largo de una semana, como informa Europa Press.
Las personas sin hogar representan la manifestación más extrema de la pobreza y la exclusión social. Un problema que ha ido adquiriendo una magnitud considerable y que ha hecho que cada vez esté más estudiando. Cosa que está favoreciendo que cada vez la ciudadanía reclame políticas públicas que atiendan la vulneración de derechos que sufren las personas sin hogar.
