Esta semana una adolescente de 13 años denunció haber sufrido una agresión racista en el metro de Barcelona cuando iba de camino a casa al salir del instituto. La policía está investigando el presunto delito de odio y pide la colaboración ciudadana para que las personas que fueron testigos aporten algún tipo de material gráfico que ayude a identificar a la persona agresora.
Según ha narrado la adolescente, fue una mujer quien empezó a increpar dentro del metro porque llevaba pañuelo en la cabeza. Empezó a insultarla, entró con ella al vagón y los ataques no cesaron hasta que la chica de 13 años bajó una parada después. En ese momento, la joven no fue capaz de reaccionar y se quedó callada. No fue hasta que llegó a casa, que sus padres la consolaron y su hermano le animó a denunciar, tras apoyarla y reflexionar sobre el ataque racista que había sufrido.
Según la noticia difundida por 324cat, la policía investiga los hechos y pide la colaboración ciudadana para que, ante cualquier tipo de agresión de que se sea testigo, se grabe a las personas agresoras con el fin de facilitar su identificación. El hermano de la joven, portavoz de la asociación Joventut Multicultural Musulmana, se ha posicionado desde el primer momento en contra de esta agresión con el fin de visibilizar la violencia que sufren las personas musulmanas. También se ha pronunciado el Servicio para la No Discriminación de Barcelona, que recuerda que los delitos de odio tienen una relevancia penal y la ciudadanía tenemos la obligación de poder actuar.
Tener en cuenta aquellas medidas que las evidencias científicas demuestran que son efectivas en la prevención de este tipo de conductas es primordial para avanzar en este camino y conseguir transformar esta realidad. La estrategia bystander intervention o intervención de testigos es la que más evidencias científicas reúne hasta el momento, al señalar la importancia de que la víctima sienta el apoyo de su entorno cuando es agredida, para lo que es fundamental actuar y hacer frente a la agresión, posicionándose al lado de la víctima. Este apoyo puede ser de diversas maneras. Una es la de informar, como la policía pide en estas situaciones para identificar a la persona agresora. También puede ser pidiendo ayuda externa para que alguien intervenga. Y otra es intervenir directamente para parar la agresión.
Dotar de valor a las personas que llevan a cabo alguna de estas acciones y darles también apoyo es clave para que cada vez sean más las que ofrezcan su protección a quien sufre alguna agresión y así conseguir que ninguna actitud de odio quede impune.
