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El movimiento activista en pro de la erradicación de la violencia de género en Uganda ha celebrado estos días avances significativos en su legislación que contribuirán a proteger en mayor medida a las mujeres y las niñas, y que son valorados por ONU Mujeres como un avance increíble en 2021.

La alegría se debe a que, después de varias décadas trabajando y luchando porque se diera un cambio en este sentido, por fin entrarán en vigor dos enmiendas a dos leyes obsoletas e injustas que persistían como son, por una parte, la ley que da preferencia al hijo varón en los casos de herencia y propiedad de la tierra y, por otra parte, el proyecto de ley que establece que todas las personas que dan trabajo deberán implementar medidas para prevenir el acoso sexual en el lugar de trabajo así como prohibir el abuso o cualquiera de las formas que adquiere la violencia contra el personal empleado. 

Las organizaciones y activistas feministas consideran que ambas reformas tendrán un impacto positivo en la reducción de la violencia contra las mujeres y las niñas ya que, en el primer caso, la antigua norma contribuía a que muchas de ellas, ante determinadas situaciones de adversidad como por ejemplo la viudedad, quedaran expuestas y sin recursos para obtener sus propios ingresos aumentando su vulnerabilidad hacia la violencia. Del mismo modo, también se espera que la regulación de medidas que van desde la elaboración de protocolos de prevención a la sancionabilidad de las conductas abusivas y de acoso sexual, contribuya a dar un paso importante en la reducción de la violencia en los entornos laborales.

Tal y como afirma Tina Musuya, directora ejecutiva del Centro para la Prevención de la Violencia Doméstica (CEDOVIP por sus siglas en inglés), este proyecto de ley brinda atención a las trabajadoras domésticas no remuneradas. Su trabajo se reconoce como formal; se les debe pagar y proteger contra abusos, con mecanismos para denunciarlos así como también brinda protección a todas las personas empleadas en general, incluidas las muchas mujeres contratadas en pequeñas empresas informales donde son propensas al abuso y la explotación sexuales.

Han sido necesarias casi dos décadas, a lo largo de las cuales se ha trabajado por llamar la atención y visibilizar los vacíos legales que amparaban muchas situaciones de abuso y violencia contra las mujeres. La Coalición de la Ley de Violencia Doméstica, formada por las organizaciones por los derechos de las mujeres y CEDOVIP como entidad coordinadora, ha sido clave a la hora de involucrar a las y los legisladores e impulsar una transformación legislativa. Así mismo, la Iniciativa Spotlight aportó los medios necesarios para que activistas del movimiento pudieran reunirse con miembros del Parlamento, así como la capacitación de comités parlamentarios.

El siguiente y último paso para que comiencen a implementarse las dos enmiendas es que el presidente de Uganda las firme. Es otro paso en el camino hacia un mundo más justo, igualitario y libre de toda violencia, tal y como reconoce Agripinner Nandhego, especialista en Liderazgo y Participación Política de Mujeres de ONU Mujeres en Uganda: Gracias a la lucha de las organizaciones de la sociedad civil, UWOPA, el Consejo Interreligioso y hombres y mujeres activistas que han trabajado perseverantemente [..,], y añade: Este éxito de la promoción conjunta demuestra lo que podemos lograr en el ámbito político y legislativo con un movimiento de mujeres fuerte.

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