Se estima que una de cada tres personas usuarias de internet en el mundo es menor de 18 años, Además, las evidencias sugieren que la edad en que las niñas y los niños se inician en el uso de internet es cada vez más temprana. También sabemos que, aunque navegar por las redes sociales puede ofrecer abundantes oportunidades de conectividad y aprendizajes para la infancia, también existen riesgos como el CSAM (Child Sexual Abuse Material por sus siglas en inglés) para la explotación sexual de la infancia y el tráfico de menores.
En este sentido, tal y como se nos dice en este artículo de DF, el movimiento “The WePROTECT Global Alliance to End Child Sexual Exploitation Online” es un movimiento mundial comprometido con la infancia y su protección ante el abuso sexual online. En este proyecto participan empresas líderes en tecnología entre las que se encuentra la prestigiosa multinacional estadounidense Apple. Recientemente, el gigante tecnológico ha dado un paso en su compromiso por erradicar el CSAM que, según WeProtect GLOBAL ALLIANCE, ofrece un nuevo enfoque de Apple para la protección infantil que puede cambiar las reglas del juego.
La compañía tiene planeado expandir nuevas formas de seguridad infantil en los Estados Unidos en tres áreas clave: Por un lado, nuevas herramientas de comunicación que permitirán a las madres y padres desempeñar un papel más informado al ayudar a sus hijas e hijos a navegar en línea. Por otro lado, en los iOS y iPadOS se utilizarán nuevas aplicaciones de criptografía para ayudar a limitar la propagación de CSAM en línea. También, las actualizaciones de Siri y Search brindarán a familiares e infantes información ampliada y ayudarán en caso de que se encuentren en situaciones inseguras; también intervendrán cuando los usuarios intenten buscar temas relacionados con CSAM.
Preservar la privacidad de las personas es un derecho fundamental de todas las personas que navegan por internet, incluidas las víctimas y supervivientes del abuso sexual. El derecho de la infancia a estar a salvo de la violencia se debe aplicar en el contexto digital en la misma medida que en cualquier otra situación. Tenemos la responsabilidad de proteger a las niñas y a los niños en los entornos digitales, y encontrar soluciones para crear un mundo digital más seguro para la infancia debe de ser una prioridad de toda la sociedad.
