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Screenshot from the testimony of Dr. Fiona Hukula (right) at the Special Parliamentary Inquiry into Gender-Based Violence in Port Moresby on May 24, 2021. Facebook

Human Rights Watch alarma sobre los casos de mujeres que están siendo acusadas de brujería en Papúa Nueva Guinea. Piden al gobierno de Papúa Nueva Guinea que proteja de la violencia a las mujeres acusadas de practicar la “hechicería” y que los atacantes rindan cuentas. Al menos cinco mujeres han sido atacadas desde marzo de 2021, una de las cuales fue asesinada.

La violencia que sigue a las acusaciones de hechicería es común en Papúa Nueva Guinea, y el caso más reciente se informó el 7 de mayo en la provincia de Hela. Mary Kopari fue acusada de brujería tras la muerte de un niño en su aldea. La ataron y la quemaron viva en el distrito de Komo-Magarima. El ataque fue grabado en video y reportado por la televisión de Papúaa Nueva Guinea. Aunque la policía conoce la identidad de algunos de los atacantes, no se han reportado arrestos.

Las muertes en el país están subiendo por causa de la pandemia, lo que hace que esté aumentando los ataques y las acusaciones de brujería contra las mujeres. Lo que evidencia la necesidad urgente de promover la alfabetización científica a toda la población, indistintamente de los niveles educativos o socioeconómicos para terminar con supersticiones como la que aquí se explica. Además, estos ataques son parte del problema más amplio de las altas tasas de violencia de género e impunidad para los abusadores en el país.

En noviembre de 2020, una coalición de parlamentarios y parlamentarias convocó la primera cumbre nacional del país sobre violencia de género. Una comisión parlamentaria especial sobre el tema celebró sus primeras audiencias el 24 y 25 de mayo y continuará su investigación hasta el 30 de junio. La Dra. Fiona Hukula, especialista en género del Foro de las Islas del Pacífico, testificó en las audiencias de mayo sobre la violencia contra las mujeres acusadas de brujería, explicando la brutalidad de violencia a la que las someten. 

Como ha documentado Human Rights Watch, se necesitan más recursos y una mayor voluntad política para responder a todas las formas de violencia de género en Papúa Nueva Guinea. En las recientes audiencias parlamentarias, el gobernador de East Sepik, Allan Bird, dijo que “hay 1,4 millones de casos de violencia de género cada año en el país y solo se han logrado 100 condenas”.

Papúa Nueva Guinea participará en noviembre en el proceso de Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en virtud del cual los países miembros revisan la situación de los derechos humanos en el país. La presentación de Human Rights Watch para ese proceso destacó el problema de la violencia de género con el agravio de las acusaciones de brujería.

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