Las fechas que se aproximan son sinónimo de alegría, familia y, sobre todo, regalos. Entre personas adultas, pero, sobre todo para niños y niñas, celebrar la Navidad y los Reyes llena los corazones de ilusión, buenos deseos y solidaridad, pero también de largas colas, nada recomendadas en la situación actual, para buscar los juguetes perfectos. Seguro que tenemos en mente la regla de los cinco ,regalos o el menos es más, pero no siempre es tan fácil.
La amplia gama de juguetes que se ofrece ahora parece que va enfocada al desarrollo del bienestar cognitivo, físico, social y emocional; padres, madres y otros familiares buscan que el juguete sea un instrumento perfecto de interacción para aprender y divertirse a la vez. En esta misma línea, en el informe clínico Selecting Appropriate Toys for Young Children in the Digital Era, publicado en la revista Pediatrics de la Academia Americana de Pediatría, el equipo investigador, junto con el Consejo de Primera Infancia, indagan cómo escoger, desde la evidencia científica, los juguetes apropiados para los más pequeños y las más pequeñas de la casa en la era digital.
El estudio destaca los beneficios y los efectos nocivos que un juguete podría tener en el desarrollo infantil y también cómo nos podemos involucrar en el juego como adultos. No se trataría tanto de que el niño o la niña juegue solo, sino que, participando junto con él o ella, sumaríamos al juego la riqueza del lenguaje, simulación, resolución de problemas y creatividad, típicas de aprender en colaboración. Los Grupos Interactivos ya han demostrado que la colaboración, el explicar a otras personas y el trabajo en equipo, entre otros, tienen resultados espectaculares en el aprendizaje.
El análisis también aborda la tendencia de sustituir los juguetes tradicionales por los tecnológicos y digitales. Aunque la investigación concluye que hay falta de pruebas de beneficios en el desarrollo infantil de este último tipo de juguetes, hay otras investigaciones recientes que ponen el enfoque en cómo lo digital y tecnológico podría ser un aliado para el aprendizaje y la educación, ligado a la empatía y la atención prestada por los niños y las niñas, y que sí existen beneficios si se hace de una determinada manera, sin abusar de los tiempos de pantalla.
Por último, el equipo investigador plantea el uso de los juguetes en la publicidad o los programas, para advertir y concienciar sobre diferentes tipos de peligros para la seguridad y la salud asociados a la disponibilidad y accesibilidad de juguetes en entornos públicos, incluidos algunos entornos de atención médica.
Mientras prioricemos la seguridad de niños y niñas en estas fechas, es importante recordar la relevancia de la interacción, la comunicación, el mirarse a los ojos y disfrutar conjuntamente. Aprender jugando o jugar aprendiendo se puede hacer siempre, con o sin juguetes, mientras mantengamos una sonrisa en el rostro y amor en el corazón.
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