En una entrevista concedida a la Fundación Thomson Reuters, la futbolista Karishma Ali habla sobre sus sueños y el duro trabajo que realiza para ayudar a las niñas de familias desfavorecidas de su empobrecida región natal de Chitruna, zona remota y montañosa de Pakistán.
En sus palabras, explica que la pandemia sólo la hizo estar más decidida a dar a las niñas las oportunidades que a menudo se reservan a los niños en Pakistán. “A diferencia de los varones, que podían salir a jugar, las niñas permanecían encerradas, sobre todo porque incluso las escuelas estaban cerradas… Muchas tenían que ayudar con las tareas domésticas, lo que ciertamente no era muy divertido”, dijo.
La joven de 23 años, que acaba de terminar una licenciatura en negocios y administración y que ha representado a su país en torneos internacionales de fútbol, comenzó su club deportivo en las alturas hace dos años con 60 niñas de entre 8 y 16 años, y ahora tiene casi 150 miembros que esquían, y juegan al voleibol y al cricket, así como al fútbol.
Con estas actividades, sueña un futuro mejor para las niñas de su comunidad, un futuro en que los retos de la pobreza y la discriminación por género sea superado. Confía en que la aceptación que va generando su carrera futbolística se vaya consolidando y que abra camino a las futuras deportistas. Espero que cada vez sean menos las hostilidades que genere el deporte femenino en la comunidad y que se multipliquen las becas deportivas para las jóvenes.
La transformación de la comunidad se ha debido a los éxitos que Karishma ha conseguido al ser seleccionada para la lista de las 30 estrellas en ascenso de Asia de la revista Forbes, junto con la campeona de tenis Naomi Osaka y la banda de K-Pop Blackpink, esto ha hecho que la comunidad comenzará a reconocer sus logros.
Ali, reconoce lo fundamental que es sentirse apoyada para poder continuar avanzando y es por eso que se deja la piel por sus jugadoras. Su propia familia apoyó su sueño de convertirse en futbolista, califica a su padre de “feminista” que “creyó en mí cuando ni siquiera yo creía en mí”.
Aunque Pakistán no tiene un equipo Nacional de fútbol femenino, Karishma Ali, sueña con representar a su país. Espera también un mayor compromiso gubernamental para que las deportistas tengan mayores espacios y más igualitarios de desarrollo en la sociedad. Para ello, dice que seguirá luchando y levantándose de cada caída.
