Yemén lleva años en conflicto, durante este tiempo se han destruido vidas e infraestructuras, por lo que la llegada de la pandemia del Covid-19 solo empeoró la situación de sus habitante. En Adén, una ciudad muy afectada por la guerra, la mayoría del personal médico huyó, pero una doctora se quedó.

Zoha Al-Saadi, médica en la unidad de Cuidados Intensivos del hospital Al-Amal, decidió atender a los pacientes afectados por Corona virus,  muchos de los que no había sido atendidos en otros centros, aun sin contar con los implementos necesarios de seguridad para ella ni para su equipo, pero con la convicción de que era necesario recibirlos. 

En el hospital no tenían camas ni implementos como el oxígeno que es de vital importancia en los casos graves de Covid, entonces Médicos Sin Fronteras –de sigla MF decidió intervenir, “antes de que llegaran, todo los pacientes dejaban el hospital en una bolsa blanca” señalo Zoha a la BBC, “ahora algunos de ellos salen con vida, es como pasar del infierno al cielo”, sentenció.

La unidad médica destinada a paciente con Coronavirus cuenta con 32 camas para pacientes con mediana gravedad y 6 para pacientes que necesitan oxígeno y actualmente, debido a la baja en el número de casos de contagio en la ciudad, MSF ha entregado la administración del Hóspital al gobierno yemení, creando miedo y escepticismo en la ciudadanía.

Zoha Al-Saadi es una verdadera heroína reflejo del compromiso y solidaridad del personal medico en todo el mundo. Su actuar es una muestra  de profesionalismo y humanidad tan necesario en tiempos de crisis, con su esfuerzo se ha podido dar un poco de esperanza a miles de personas que no contaban con acceso a ningún tratamiento.

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