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respectzone.org. Web

Internet es un universo muy plural en el que muchas veces se rompen las relaciones verticales y de poder que existen fuera del mismo, dando la posibilidad a un gran número de personas para hacer oír su voz si así lo desean. Y sea a través de las diferentes redes sociales y/o las plataformas alternativas de difusión, son muchos los movimientos ciudadanos que se han servido de la red como altavoz para dar a conocer al mundo la  situación de injusticia que podían estar sufriendo, consiguiendo gracias a ello, que cada vez más personas se unan a su clamor y finalmente cambios políticos e institucionales y transformaciones sociales históricas. Un ejemplo muy claro de ésto es el movimiento #MeToo. Por otra parte y como ya se ha comentado en anteriores publicaciones, el cyberespacio no está exento de la violencia que nos rodea también en otros contextos y el cyberacoso o el discurso del odio, en sus diferentes formas y versiones campan a través de las diferentes plataformas digitales. La concienciación por parte de las personas usuarias, empresas tecnológicas, comunidades o plataformas que lideran la comunicación digital es cada vez mayo. Debido a este motivo, iniciativas como la del sello Respect Zone adquieren completo sentido y son una forma de exponer en su primer golpe de vista a las personas que hacen uso de las mismas que se trata de espacios en los que no cabe ningún tipo de violencia ya sean comentarios u opiniones racistas, homofóbicas, sexistas, etc, ni acoso de ningún tipo.

Respect Zone (RZ) es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro de origen francés, fundada en 2014 por iniciativa de la ciudadanía con el propósito de generar propuestas que respondan a la violencia on line. Aunque su uso se ha hecho extensivo a otros ámbitos, la etiqueta se lanzaba un 3 de mayo a propósito del Día Internacional de la Libertad de Prensa con el fin de ayudar a detener, especialmente, el odio y la violencia que sufren las personas que trabajan para el periodismo. Un colectivo especialmente expuesto, aunque no es el único. Su propuesta se basa en la creación de un sello ético cuyo mensaje promueva una comunicación positiva de rechazo a la violencia, la prevención del acoso así como un posicionamiento contrario sin ambigüedades a la discriminación y la incitación a la violencia en los espacios on line públicos . 

A partir de esta idea la ONG ha desarrollado una serie de herramientas sencillas y gratuitas a través de las cuales ampliar y promover una cultura en coherencia con el sello RZ. Algunos ejemplos de las mismas son las siguientes: 

  • El círculo de abogados. Formado por más de 40 personas especializadas en algún aspecto relacionado con el desarrollo y aplicación de las leyes, todas ellas activistas en la asociación, cuyo objetivo es desarrollar las propuestas de Respect Zone de acuerdo con la legislación francesa.
  • Las 50 propuestas de palabras “clave”. Las palabras “clave” de una web suelen jugar un papel importante en la búsqueda, asociación e identificación de la página. Debido a ello, la ONG ha redactado 50 propuestas de palabras o expresiones para que los espacio que deciden incluir la etiqueta RZ, las incluyan en su interfaz.
  • El “Respeto por el Diseño”. La propuesta consiste en entender que el enfoque de fomentar y promover el respeto, puede convertirse en un “arma” poderosa de moderación a largo alcance. La idea es que si promovemos respeto, se puede prever en gran parte ciertas situaciones de violencia y en este sentido, es mucho más efectiva cualquier medida de prevención que castigar el odio y  la violencia en un momento dado. 

La concepción de un espacio respetuoso, no violento a través del sello Respect Zone ya se ha trasladado y expresa también, más allá del on line,  en contextos físicos. La etiqueta ya aparece en varios municipios como Chevry-Cossigny, Magny-en-Vexin, Angers así como en centros educativos como la ciudad escolar Jason de Sailly e incluso, ya se han sumado algunas empresas.

Espacios en los que se tiene claro que interesa la inclusión, no la exclusión que pueda provocar la violencia o el discurso del odio. Las consecuencias de no atajar la violencia, a la larga, van mucho más allá del impacto sobre la salud física y mental de quienes la sufren directamente o en segundo orden y sus implicaciones morales. Adoptar medidas que la prevengan, generando entornos amables y respetuosos, sin duda es mucho más inclusivo y, desde una perspectiva egoísta inteligente, ya se trate de un negocio, plataforma o red social, nada abarca más rango de población que aquellas propuestas que aseguran que todo el mundo se siente bien participando de las mismas.  Espacios inclusivos, de respeto y tolerancia hacia todas las personas u opiniones en el marco del respeto a la Declaración de los Derechos Humanos y desde ese punto de  mayor éxito. 

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