El consentimiento en las relaciones íntimas sigue generando un debate entre los diferentes colectivos. ¿Cómo asegurar el consentimiento libre? ¿En qué situaciones puede darse o pedirse? y, sobre todo, ¿cómo demostrar con posterioridad que hubo consentimiento? Esta es la cuestión que se plantea el presente estudio. En el artículo, Could There Ever be an App for that? Consent Apps and the Problem of Sexual Assault [¿Podría haber alguna vez una aplicación para eso? Aplicaciones de consentimiento y el problema de la agresión sexual], el autor se pregunta si puede haber una aplicación móvil que garantice el consentimiento, evitando así una posible situación de agresión sexual, y qué implicaciones éticas tendría. 

El problema de las violaciones y las agresiones sexuales son temas cruciales, donde, en la mayoría de los casos, el consentimiento (o la falta del mismo) es el tema central. Tal y como plantea el estudio, en los últimos años muchas empresas han tratado de lanzar aplicaciones de consentimiento que tienen como objetivo educar a los jóvenes sobre la naturaleza del consentimiento sexual y permitirles registrar señales de consentimiento para futuras verificaciones. Aparentemente, estas aplicaciones apuntan a tratar de solucionar los problemas de violación y agresión sexual que se dan en los campus universitarios, entre la población joven. Sin embargo, estas aplicaciones han traído también varias críticas. Por lo que este artículo, analiza el fenómeno de las aplicaciones de consentimiento desde un punto de vista legal–filosófico y también ético. 

El autor afirma que las aplicaciones de consentimiento que se han lanzado hasta la fecha no son útiles porque no abordan el panorama de los problemas éticos y epistémicos, del lenguaje, que surgen en un caso típico de violación o agresión sexual: producen registros de consentimiento distorsionados y descontextualizados que, a su vez, pueden exacerbar los otros problemas asociados con la violación y la agresión sexual. Además, debido a las compensaciones involucradas, es poco probable que alguna vez se puedan crear tecnologías basadas en aplicaciones que aborden significativamente los problemas de violación y agresión sexual.

Estudios como este permiten ahondar en los análisis de las cuestiones éticas del consentimiento, en los actos comunicativos, el lenguaje verbal y no verbal y el contexto y la situación concreta que pueden convertir un consentimiento libre en coaccionad

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