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En las protestas por los derechos Civiles en EEUU, muchos niños y niñas han tenido un papel fundamental. En diferentes manifestaciones, la policía ha arrestado y encarcelado a miles de niños y niñas durante días o meses. Estos hechos tan tristes, por otro lado, han permitido conseguir uno de los avances legales y sociales contra el racismo más importante del siglo XX: la Ley de Derechos Civiles de 1964. Un ejemplo ello lo encontramos en un grupo de niñas y chicas jóvenes valientes, the Leesburg Stockade Girls, que lucharon por la libertad y contribuyeron a la aprobación de dicha ley. 

En julio de 1963 en Americus, Georgia, quince niñas fueron encarceladas por oponerse a las leyes de la segregación. Tenían entre 12 y 15 años. Estas chicas se dirigían al Martin Theater de la calle Forsyth. Habían salido de la Friendship Baptist Church. En vez de hacer una cola para entrar al teatro desde el callejón trasero como era habitual, intentaron comprar las entradas en la puerta principal. La policía pronto llegó, atacó brutalmente a las niñas y las encarceló. Nunca fueron acusadas formalmente, pero las encarcelaron en condiciones miserables durante 45 días en Leesburg Stockade, una infraestructura de la guerra civil situada en el bosque de Leesburg, Georgia. Las familia de las chicas no sabían dónde tenían encarceladas a sus hijas ni del trato inhumano que estaban recibiendo. 

Cuando llevaban un mes encarceladas, Danny Lyon, un fotógrafo del Student Non-violent Coordinating Committee (SNCC), supo dónde estaban las niñas encerradas y se escabulló en el recinto sin que nadie le viera para hacer unas fotografías de las chicas a través de las ventanas con barrotes. El SNCC publicó la noticia en su diario The Student Voice y, a partir de aquel momento, los periódicos afroamericanos de todo el país publicaron la noticia y, de esta manera, la terrible experiencia de las niñas ganó la atención nacional. 

El 28 de agosto de 1963, Martin Luther King Jr. pronunció su histórico discurso en Washington “I Have a Dream”. Mientras miles de manifestantes escuchaban el discurso de King en el National Mall, las chicas de Leesburg Stockade se sentaron en su celda y reforzaron su coraje cantando canciones de libertad en solidaridad con miles de manifestantes que escuchaban el discurso de Martin Luther King. Poco después de la Marcha en Washington por el trabajo y la libertad, durante la misma semana que bombardeaban a 5 niñas en la Sixteenth Street Baptist Church, el 15 de septiembre de 1963, la policía liberó a las muchachas y las devolvió a sus familias. 

Su historia fue parte del esfuerzo, de la valentía y de la lucha por los Derechos Civiles en la que muchos niños y niñas participaron en diferentes acciones directas y no violentas. En Alabama, por ejemplo, miles de jóvenes participaron también en la Children’s Crusade en el 1963. El 2 de mayo de 1963, aproximadamente 1000 estudiantes de primaria y secundaria se unieron a una marcha por los derechos civiles en las calles de Birmingham. La policía, en esa ocasión, encarceló a más de 600 menores. Al día siguiente, el número de menores que detuvieron se duplicó. La actuación policíaca fue de gran brutalidad, usando mangueras contra incendios y perros agresivos preparados para atacar. Las personas de EEUU y del mundo entero fueron testigos de esa brutalidad. Las autoridades arrestaron a 2000 menores, uno de ellos de apenas 4 años. Estas protestas continuaron durante la primera semana de mayo con más de 5000 criaturas encarcelados. 

En pocos días, la Southern Christian Leadership Conference (SCLC) y los funcionariado local llegaron a un acuerdo en el que la ciudad acordó revocar la ordenanza de segregación y liberar a toda la población manifestante encarcelada. El activismo de miles de niños y niñas afroamericanos en 1963, incluidas las Leesburg Stockade Girls, fueron el impulso para la Marcha en Washington y, por supuesto, contribuyeron a la aprobación de la Ley de Derechos Civiles de 1964.

Las Leesburg Stockade Girls consideran muy importante recoger y contar la historia del activismo de los derechos civiles de las niñas y niños. Están documentando su historia. Estas niñas, ahora ya mujeres, aún posen un fuerte espíritu colectivo de resistencia a la injusticia social. Su valentía y determinación no han cambiado a lo largo de estos años y desean dejar constancia de su dura experiencia que tanto aportó al movimiento por los derechos civiles para el pueblo afroamericano en EEUU.

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