Uno de los mayores dilemas con los que se encuentran bastantes profesionales de pediatria de emergencias es la falta de entrenamiento o práctica en situaciones poco frecuentes. Estas situaciones con las que se encuentran en contadas ocasiones son, a menudo, de vida o muerte y deben estar preparados para estos eventos que se describen a veces como “de poca frecuencia pero de alto riesgo”. Estas actuaciones concretas requiere profesionales con alta cualificación y con una gran experiencia pero, dada su poca frecuencia, es difícil adquirirla.
Los entrenamientos en estas situaciones a través de simulaciones de vida real tienen muchas barreras ya que, a pesar de ser maneras excelentes de aprender, requieren de mucho tiempo y dedicación, así como de equipamientos y salas de las que muchos hospitales no disponen. Sin embargo, la realidad virtual ya está abriendo puertas a la solución de este problema. Dos doctores del Children’s Hospital Los Angeles (CHLA) han colaborado con AiSolve y Bioflight VR para crear una sala virtual de trauma como las que se encuentran en la realidad no virtual: con personal de enfermería, familiares de pacientes y personal terapeútico y farmacéutico. Además, en estas salas virtuales el tiempo es igual de importante que en las de los hospitales no virtuales, de manera que quienes se entrenan en ellas pueden sentir lo que sentirían en una emergencia real, pero sin sus consecuencias.
Aunque el programa se encuentra aún en fase inicial, ya se están viendo resultados positivos de este tipo de entrenamientos, por lo que CHLA ya lo ha hecho obligatorio para todas las personas residentes. Asimismo, el programa se ha extendido a otros once espacios, incluidos los sistemas sanitarios de John Hopkins y Stanford. Así, la realidad virtual está también contribuyendo a formar y preparar mejor a los profesionales de la medicina.
PhD de la Universidad de Wisconsin-Madison