Gracias a las movilizaciones por #MeToo y Time’s Up, la industria del cine ha incorporado en los rodajes a mujeres que asesoran en las escenas de contenido sexual con el fin de prevenir y evitar que se generen situaciones de acoso y abuso hacia las actrices. Un primer caso de esta iniciativa se ha producido en el rodaje de una escena de sexo grupal muy compleja para una serie de televisión importante estadounidense. En este caso, Alicia Rodis es la encargada de asesorar al director sobre los límites de intimidad establecidos por 30 intérpretes que participan. Ella hace un seguimiento de las condiciones de su consentimiento en una gran hoja de cálculo para asegurarse de que todo el equipo se sienta cómodo cuando la cámara rueda.
Estas mujeres no habrían estado haciendo este trabajo hace solo unos años. Ahora son parte de una de las profesiones de más rápido crecimiento en la industria del entretenimiento. Hace apenas unas semanas, el poderoso sindicato de actores estadounidenses SAG-AFTRA emitió un documento histórico que regula las escenas de contenido sexual mediante la incorporación de personas que puedan asesorar para detener la conducta sexual inapropiada en la industria, igual que existe personal asesor de imagen, de escenario, de acrobacias, etc.
Décadas después de filmar El último tango en París, de Bernardo Bertolucci en 1972, Maria Schneider dijo que se había sentido “humillada” y “un poco violada” cuando el director la sorprendió con un contacto sexual fuera del guión. Ella tenía 19 años en ese momento. Más recientemente, Emilia Clark ha hablado sobre la filmación de algunas escenas explícitas aterradoras en Game of Thrones. Pero las cosas han comenzado a cambiar gracias a #MeToo en Hollywood.
Coordinadora del Metoo University