María de Maeztu nació en Vitoria en 1881. Fue una pedagoga incansable a quien le importaba la educación de los niños tanto como para afirmar lo siguiente: “Es verdad el dicho antiguo de que la letra con sangre entra, pero no ha de ser con la del niño, sino con la del maestro”. Con la lectura de este pensamiento podemos hacernos una idea de la importancia de su trabajo.
María de Maeztu estudió Magisterio y Derecho. Mientras estudiaba colaboraba con su madre en la residencia de señoritas, que ésta fundó en Bilbao. Esta residencia era un centro cultural para que las mujeres pudieran estudiar.
Esta mujer tenía grandes dotes intelectuales, por lo que compaginó la tarea de maestra con la impartición de conferencias no solo en España sino también en Europa y otras partes del mundo. Se dice de ella que era una oradora brillante.
Su trabajo en el desarrollo de la pedagogía fue reconocido en la época; en 1908 formó parte de la comisión nombrada por el Gobierno para el certamen pedagógico de Londres, en calidad de observadora.
Sin embargo, María de Maeztu se dedicó también a trabajar para defender la igualdad entre hombres y mujeres en capacidades y derechos.
Dirigió e impulsó la Residencia de Señoritas entre 1915 y 1936. Fue su proyecto más grande. Era un centro al que podían acceder chicas mayores de diecisiete años, que estudiase en Madrid o preparase su ingreso en las facultades universitarias o que de forma privada estuviera ampliando su formación científica. El objetivo de la institución era proporcionar a la mujer española las herramientas necesarias para su desarrollo en el campo académico
Asimismo, María de Maeztu fue cofundadora y primera presidenta del Lyceum Club Femenino, en 1926, se hizo a semejanza de otros ya existentes en otros lugares de Europa. El Lyceum tenía como objetivo fomentar el espíritu colectivo de las mujeres y ser un lugar abierto también para mujeres casadas, que tenían limitaciones para compartir este tipo de espacios.
Tal y como se hacía en otros lugares, el Lyceum dispuso de secciones como la Literatura, Ciencias, Artes Plásticas e Industriales, Social, Música e Internacional. María de Maeztu organizaba cursillos, conferencias, conciertos, exposiciones impartidas por intelectuales, científicos y artistas nacionales y extranjeros.
Por último, se puede reseñar que fue miembro de la asamblea Nacional, junto con otras doce mujeres, en la sección dedicada a la Educación.
