Safe Work Australia reconoce que el acoso sexual representa un riesgo para la salud y está cubierto por las leyes de seguridad y salud laboral. Sin embargo, en la práctica se ha visto que las medidas no son efectivas, ya que en los puestos de trabajo no se actúa de acuerdo con las medidas propuestas.
Víctimas de acoso sexual en el trabajo reivindican que la mayoría de las personas que lo sufren no se atreven a denunciar y, si lo hacen, por lo general solo se traduce en una pequeña cantidad de dinero para “retirarse”, sin hacer nada para evitar que el acoso vuelva a ocurrir en su lugar de trabajo. Reivindican que una de las cosas más frustrantes del trabajo es ver que las protecciones legales no se cumplen ni se aplican. Las víctimas se fijan en las prácticas en los EE. UU., Canadá, el Reino Unido y Suecia, para eliminar la discriminación y el acoso y poder proponer medidas de intervención efectivas.
The Guardian ha dado voz a víctimas de acoso sexual en el trabajo donde denuncian tocamientos, comentarios, etc. por parte de persones superiores a ellas, lo que las sitúa en condiciones de vulnerabilidad. Por eso piden que, en lugar de que cada persona tenga que acudir a RR. HH., un organismo de igualdad bien dotado de medios, independiente y con recursos propios daría vida a su derecho a no ser acosado en el trabajo al insistir en resultados públicos y sistémicos en lugar de resultados individuales confidenciales. En el extranjero estas organizaciones también aseguran el cumplimiento de la ley, protegiendo a los empleados sin la necesidad de que presenten denuncia.
Con todos los datos recopilados este mes de febrero se entregará un informe pidiendo medidas eficientes creando una coalición de más de 100 organizaciones para luchar contra el acoso sexual en el trabajo, así como ya se está haciendo en muchos países.
Coordinadora del Metoo University