Uno de los últimos artículos publicados en formato online first en la revista Violence Against Women analiza la necesidad de evaluaciones para apoyar la práctica clínica y la investigación con víctimas de violencia de género (concepto también llamado IPV, por sus siglas en inglés). Consideradas las altas cifras de violencia, las autoras analizan en el estudio Evaluation of Resistance to Violence in Intimate Relationships: Initial Development and Validation [Evaluación de la resistencia a la violencia en las relaciones íntimas: desarrollo inicial y validación] las distintas resistencias que utilizan las mujeres, para elaborar instrumentos de ayuda con base científica. 

Para el estudio entrevistaron a 236 mujeres (entre 18 y 65 años) que residían en refugios de una zona del norte de Estados Unidos debido a situaciones de violencia sufrida. El 76% de las mujeres en esta muestra tenían al menos un hijo/a. Con respecto al estado de su relación, el 17% de las mujeres informaron que estaban casadas, el 23% no lo estaban pero vivían con alguien, el 11% estaban separadas, el 14% divorciadas, el 31% nunca estuvieron casadas y alrededor del 4% no informaron sobre el estado de su relación.

Las supervivientes respondieron a 38 declaraciones que definen tres categorías de resistencia a la IPV: (a) ceder, (b) retirarse y (c) confrontar. En este contexto la resistencia ha sido estudiada como un factor que permite a las mujeres sobrevivir y superar la violencia. Según las autoras hay una falta de investigación sobre este asunto. La validez del contenido se estableció a través de entrevistas con sobrevivientes y revisiones por un panel de expertos. 

Los resultados se presentan mediante un análisis factorial exploratorio y arrojan una solución de los tres factores. Las puntuaciones de la subescala mostraron coeficientes de fiabilidad de consistencia interna satisfactorios. Algunas de las vías de resistencia involucran a la mujer pensando estratégicamente en formas de mantenerse a salvo, manejar la violencia, llamar a la policía, buscar ayuda u orientación, rezar, evitar la intimidad, esconderse o solicitar el divorcio.

Este estudio tuvo como objetivo desarrollar un instrumento que tenga cualidades psicométricas adecuadas para evaluar la resistencia interpersonal, tanto en investigación como en trabajo clínico, entre sobrevivientes y víctimas de IPV. Conocer estas realidades conlleva implicaciones para profesionales e investigadores para tener más información a la hora de conocer los comportamientos de estas mujeres y cómo tratar estos casos de manera satisfactoria.

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