En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, más de 10.000 trabajadores pasaron por Bletchley Park, el centro de Criptoanálisis Británico durante la Segunda Guerra Mundial. De ellos se estima que en 1945 el 75%, unos 8.000, eran mujeres.
Entre ellas se encuentra Helen Andrews, una brillante matemática que además dominaba cuatro idiomas: inglés, español, alemán y francés. Por ello, en 1940, con tan solo 17 años fue reclutada por los servicios de inteligencia Británicos e ingresó en Bletchley Park. Una vez allí, aprendió a usar la Máquina Enigma y trabajó a contrarreloj descifrando los mensajes de las fuerzas alemanas paras los Aliados. Andrews explica cómo la mayoría era gente joven y recuerda la experiencia positivamente. Su cometido fue clave en el hundimiento de los buques Bismarck y el Scharnhorst, así como en el D-Day y su preparación. Como ella dice, Bletchley Park le enseñó que “el tiempo debe usarse para hacer algo útil, algo bueno y algo que ayude a los demás”.
Testimonios como el de Andrews contribuyen a reconstruir el rol de las mujeres en diferentes momentos de la historia y a desmontar mitos como el de que las ciencias han sido históricamente “cosa de hombres”. Pero no solo eso, también devienen referentes para todas aquellas personas que siguen trabajando por un futuro mejor.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Más