Se cumplen 50 años de la creación de la Fundación Vicente Ferrer y su cofundadora, Ana Ferrer, ha destacado los resultados de su labor en motivo de medio siglo de aniversario. De acuerdo con sus palabras para Efeminista, Ferrer pone de relieve la labor que se ha realizado con “los intocables”, aquellas personas que pertenecen a la casta baja, estrato social inferior establecido por el hinduismo en la India.
La evolución de los recursos evidencian el gran trabajo desarrollado: de un equipo de 4 a 3.000 trabajadores y más de 130.000 colaboradores; de contribución en 200 aldeas a 3.600. Sus logros en datos también lo corroboran ya que casi tres millones de personas están mejorando su calidad de vida saliendo de la pobreza extrema en las zonas rurales del sur de la India.
En relación a las mejoras para las mujeres, sus acciones han contribuido a que mejoren las tasas de escolarización en Anantapur, contexto donde han desarrollado un profundo trabajo, siendo un 100% en la escuela Primaria y un 80% en Secundaria. Reducir el matrimonio durante la adolescencia también es uno de los objetivos planteados por la fundación, de modo que han asumido el reto de aumentar la tasa de escolarización en niveles educativos superiores, hasta los 18 años.
Pese a las dificultades de los primeros años trabajando por la igualdad en contextos donde ni siquiera tenían contacto directo con las mujeres de las casas, en la actualidad existen diversas asociaciones de mujeres en las que, entre otras cosas, tienen acceso a microcréditos para impulsar sus propios negocios. En general, estos constituyen redes de formación y apoyo donde se forman, interactúan y reflexionan. En estos ámbitos hacen oir su voz, reflexionan en torno a su rol y a sus contribuciones en las comunidades y redefinen su identidad. En definitiva, recuperan sus vidas.
