image_pdfPDFimage_print

Hay hombres que cometen delitos sexuales. No se pueden asociar las agresiones solo a los hombres extranjeros, agreden los que son hombres violentos. Vincular la violencia sexual a una única procedencia o etnia es racista y, además, también es machista porque quita el foco de lo verdaderamente importante y así nos pone en riesgo a las mujeres.

Durante la historia reciente, tratar de relacionar la violencia de género exclusivamente con grupos étnicos excluidos y con clases sociales humildes, basándose en falsos mitos, ha sido algo habitual. 

Actualmente es un recurso que está volviendo a tomar especial relevancia, pese a que toda la evidencia científica al respecto y las cifras a las que cualquier ciudadano/a tiene acceso lo desmienten. Sin embargo, es un recurso útil para aquellas personas y agrupaciones que pretenden dividir la sociedad y generar odio y exclusión.

No existen evidencias de que ningún grupo étnico o cultural sea más propenso a ejercer o sufrir violencia de género. De lo que sí hay evidencias es de cómo el discurso de odio que vincula a estos grupos con las agresiones sexuales genera un incremento de los delitos de odio ligados al racismo al disfrazarlos de amenaza. 

Además, esta difusión de odio es especialmente grave y tiene un mayor impacto cuando se vincula con menores. Son las víctimas más vulnerables y su edad es aquella en la que tiene un mayor impacto en su vida cotidiana, su salud y sus relaciones interpersonales como revelan varios estudios (Livingstone, Haddon, Görzig, & Ólafsson, 2012; Montoro & Ballesteros, 2016).

Por ello, no se puede utilizar la violencia hacia las mujeres para intentar justificar el racismo. Nos pone en riesgo a las mujeres, a las personas pertenecientes a grupos étnicos y a los y las menores, aunque evidentemente se debe a la vez rechazar la violencia de aquella persona que la ejerza sea cual sea su perfil.

Ante la amenaza del discurso machista y racista es necesario el posicionamiento valiente y la visibilización de la realidad. En todas las partes del mundo hay redes de masculinidades que están trabajando activamente desde sí mismos y adquiriendo un posicionamiento social para trabajar en la erradicación de cualquier forma de violencia de género desde sus valores identitarios. 

Views All Time
Views All Time
757
Views Today
Views Today
1
Secciones: subportada

Si quieres, puedes escribir tu aportación