Según Europa Press, Cruz Roja atendió a un total de 362 víctimas de trata con fines de explotación sexual sólo en los primeros seis meses de 2019. En este caso, las víctimas, 330 mujeres, 23 hombres y 9 menores, procedían de 39 países diferentes, entre los que se encuentran Costa de Marfil, Nigeria, Colombia o Rumanía. 

La trata de personas con fines de explotación sexual es una lacra social que afecta al conjunto de la población global. Según la Organización Internacional del Trabajo, en 2016 casi 4’8 millones de personas fueron víctimas de explotación sexual comercial forzosa, de las cuales la inmensa mayoría son mujeres, aunque la ONU ya informaba que entre los años 2004 y 2016 el porcentaje de niños víctimas de este delito ha aumentado significativamente. 

Las catástrofes, la persecución, las situaciones inestables y los conflictos de diversa índole son caldo de cultivo para que mafias internacionales se aprovechen de la vulnerabilidad de la población que las sufre. La ausencia de un marco legal común suficientemente amplio que ampare y garantice los derechos de todas las personas y persiga los delitos eficazmente, o la ausencia de redes de apoyo y solidaridad para las víctimas, dificultan enormemente la erradicación de esta problemática. Sin embargo, tal y como declara Cruz Roja para la citada agencia informativa, la demanda y la tolerancia social hacia la prostitución o la mendicidad sostienen esta vulneración de Derechos Humanos. En relación con esto último, la organización, en calidad de miembro de la Red Española de Lucha contra la trata, comparte y manifiesta la necesidad de una Ley Integral de Protección y Atención a víctimas y supervivientes de la trata y que ésta contemple todos los tipos de explotación y a todas las personas, así como que ponga en el centro de las actuaciones a las personas y consolide el enfoque de atención y protección integral. 

Se empiezan a dar, no obstante, algunos pasos en esta dirección, pues en febrero de este mismo año los partidos políticos anunciaban la proposición no de ley para abolir la trata  con fines de explotación sexual, un avance que urge consolidar ya que cada vez más organismos y personas esperan que se haga realidad.

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