Más de 177 estudiantes chicos fueron abusados por el doctor Richard Strauss de la Universidad de Ohio en un periodo aproximado de 20 años. La universidad ha hecho públicos los hallazgos de una investigación legal, concluyendo que las personas que lideraban la universidad conocían el caso y no lo pararon, según informa Sky News.
En este momento la universidad ha decidido parar el proceso por el cual querían otorgarle la posición de profesor emérito de la universidad, dados los resultados de la investigación. El actual equipo rectoral ha pedido disculpas públicamente por el sufrimiento causado a los estudiantes, la mayoría de ellos vinculados a diferentes equipos de deporte. Según la información citada, los denunciantes afirman que más de veinte personas, incluido un entrenador que ahora es un representante del Congreso, conocían el comportamiento abusivo y su preocupación, y nadie lo paró.
El silencio de las personas responsables de las instituciones ante los acosadores sexuales es una de las partes fundamentales que permiten que siga existiendo el problema. Sin su silencio cómplice los acosadores ya no se atreverían ni siquiera a pensarlo por las consecuencias que les podría traer.
Como sociedad no podemos seguir permitiendo que las instituciones universitarias sean islas de protección de este tipo de conductas abusivas. Las generaciones de hoy y las futuras tienen el derecho de ir a espacios de formación libres de violencia.
