Mucha literatura científica ha investigado las desigualdades de género existentes en la academia en las áreas de ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas (STEAM, en sus siglas en inglés). Asimismo, explican las investigadoras Negin Sattari y Rebecca L. Sandefur del Departamento de Sociología de la University of Illinois at Urbana‐Champaign, poca investigación se ha centrado específicamente en analizar las actitudes de los investigadores (hombres) de estas áreas, en cómo entienden estas desigualdades, lo cual es clave para superarlas.

De aquí su investigación “Gender in academic STEM: A focus on men faculty”, publicada en Gender, Work and Organisation, en la cual participaron 30 profesores de dos departamentos STEM de dos universidades localizadas en la región de Midwest de Estados Unidos. En esta investigación, Sattari y Sandefur exploran cómo los profesores hombres entienden el rol del género en la formación de las experiencias de los profesores hombres en STEM, y cómo se posicionan en relación con las desigualdades que afectan a sus colegas mujeres.

Los resultados obtenidos arrojan luz sobre la diversidad entre las percepciones de los hombres, en este caso en su comprensión del género en el contexto de la academia para el ámbito de las STEM, y sus diferentes posturas en relación con las desigualdades entre hombres y mujeres. Sattari y Sandefur diferenciaron tres grandes grupos de hombres:

  1. We all may struggle regardless of gender”, aquellos para quienes el género no era un aspecto relevante para la carrera académica en STEM y que atribuían descripciones centradas en la persona a la hora de dar explicaciones a problemas que afrontan las mujeres, por ejemplo, los retos que supone el equilibrio trabajo-vida.
  2. “We all struggle but women do more”, en oposición al primero, aquellos que consideraban que las mujeres están sujetas a más retos en una carrera académica en STEM que los hombres. Éstos describían sus puntos de vista haciendo referencia a las barreras que ellos mismos tenían que superar argumentando que, si como hombres en un entorno masculinizado enfrentaban esos problemas, la situación debía de ser de mayor desventaja para las mujeres.
  3. As a man, I am privileged, el tercer grupo de participantes identificado también describe el género como un factor importante en la configuración de experiencias y oportunidades en la academia en el ámbito de STEM, pero, a diferencia del segundo grupo, reconocía sus privilegios como hombres.

Con todo, tanto el segundo como el tercer grupo revelaron percepciones sensibles al género, lo cual muestra cómo hay muchos investigadores y académicos en STEM que juegan un rol clave en la igualdad hombre-mujer en este ámbito, comentan las autoras. En esta línea, Sattari y Sandefur explican que muchos de los participantes en su estudio que sí tenían puntos de vista sensibles al género describieron cómo estaban comprometidos en su día a día y a nivel personal en crear mejores condiciones para sus colegas mujeres y para sus estudiantes chicas.

Finalizan las autoras sosteniendo que las voces de los hombres con respecto a las cuestiones de género en STEM deben tenerse en cuenta si se quiere lograr la igualdad de género en estos campos, ya que su comprensión de estos temas no solo informa de la manera en que desempeñan sus roles profesionales en relación con las mujeres, sino que también determina la forma en que perciben el mundo académico en su conjunto.  

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