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Estados cotidianos como un percance insignificante, olvidar cerrar la puerta de casa, coger el autobús en el sentido contrario, la sensación de días largos o la falta de concentración, pueden ser “fallos” relacionados con la falta o la calidad de nuestro sueño. Así lo describe un grupo de científicos y científicas de diferentes países como Israel, Francia o Estados Unidos, en un estudio publicado en la revista Nature Medicine. El estudio, Selective neuronal lapses precede human cognitive lapses following sleep deprivation [Las fallas neuronales selectivas preceden a los lapsos cognitivos humanos después de la privación del sueño] demuestra que la privación del sueño interrumpe la capacidad que las neuronas tienen para comunicarse entre sí. Esta conexión es la responsable del buen funcionamiento de la memoria y otras funciones cerebrales como la percepción visual.

Aunque los mecanismos principales del estudio del sueño siguen en investigación, ya se sabe que durante la privación de sueño los procesos homeostático y circadiano interactúan para desarrollar la presión del sueño que resulta en un rendimiento conductual lento (lapsos cognitivos). Así, la reacción habitual rápida de las personas en estado de falta de sueño tiene como consecuencia que las neuronas responden más lentamente y sus transmisiones se prolongan más de lo habitual. Esta investigación parte de la evidencia de que, durante la falta de sueño, el electroencefalograma humano (EEG) y el potencial de campo local (LFP) de primates y roedores no humanos, las ondas lentas “similares al sueño” coinciden con el comportamiento deteriorado durante la vigilia. En su estudio, el equipo investigador utilizó electrodos intracraneales para registrar las actividades de una sola neurona y el LFP en pacientes neuroquirúrgicos humanos que realizan una tarea de vigilancia psicomotora de categorización facial/no-facial (PVT) en sesiones experimentales múltiples, incluso después de una privación del sueño de una noche completa.

Los resultados apuntan a que, justo antes de los lapsos cognitivos, las respuestas de adición selectiva de las neuronas individuales en el lóbulo temporal medio (MTL) se atenúan, se retrasan y se alargan, lo que hace que codificar la información que llega al cerebro lleve más tiempo. Estos “lapsos neuronales” son evidentes en una base de prueba por prueba que compara los tiempos de reacción PVT conductuales más lentos con los más rápidos. Las conclusiones muestran que los lapsos cognitivos implican cambios locales dependientes del estado en la actividad neuronal que ya está en el MTL; dicho con otras palabras, algunas regiones del cerebro están dormitando, causan lapsus, mientras las otras funcionan con normalidad.

Anteriores estudios ya han informado sobre los beneficios del sueño, así como sobre algunos de los efectos de la falta de sueño sobre la salud humana, con problemas como riesgo de hipertensión, diabetes, obesidad, ataque cardíaco o cerebrovascular. Sin embargo, se están desarrollando cada vez más estudios sobre la privación del sueño y sus efectos temporales en tareas cotidianas, ya que desconocer o no tener en cuenta este factor puede llevar hasta un mal diagnostico. De esta manera, podemos identificar la causa de los posibles percances diarios y aplicar su solución de forma sana y natural.

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