Fuente: Wikipedia

El 10 de octubre de 2012 recibíamos la triste noticia de que Amanda Todd, una joven canadiense de 15 años, decidió quitarse la vida a causa del ciberacoso que estaba sufriendo. Este caso se hizo viral gracias a que la víctima publicó un vídeo en el que contaba su situación (My Story: Struggling, bullying, suicide and self-harm). Aún así, han sido muchos los casos en los que el ciberacoso ha estropeado las vidas de muchas personas, ya que este tipo de acoso está en aumento. De hecho, es considerado uno de los peligros más grandes de Internet para los y las jóvenes según un estudio e incluso, para muchos y muchas, es considerado peor que el bullying cara a cara. Teniendo esto en cuenta: ¿qué podemos hacer para combatir y prevenir el ciberacoso? ¿Qué medidas de prevención se están proponiendo en la comunidad científica internacional?

Como medidas de protección, en el caso de Facebook, los y las jóvenes utilizan generalmente la opción de borrar amigos o bloquearlos, pero muchas de las víctimas (entre el 12 y el 25%) no toman ninguna medida. Por otro lado, también se está viendo la importancia del papel de la escuela: un contexto educativo seguro en el que profesorado y el alumnado son respetados suele estar unido a una menor ciber victimización. Es decir: construir un entorno seguro en la escuela podría ayudar a prevenir este tipo de acoso según Holfeld y Leadbeater. El hecho de que la escuela tenga un rol significativo en la prevención del ciberacoso abre puertas a medidas para padres y madres y profesorado.

En el centro escolar, en primer lugar, es muy importante garantizar que la experiencia académica de todo el alumnado sea favorable y que se promuevan relaciones sanas entre profesorado e iguales. Para conseguir esto, una de las claves sería dotar de atractivo a las personas no violentas, solidarias, con valores de igualdad… y que siempre, toda la comunidad educativa se posicione a favor de la víctima. Además, es necesario crear espacios de diálogo en los que los chicos y chicas puedan hablar libremente sobre las situaciones de acoso (realizando sesiones en las que se planteen situaciones hipotéticas relacionadas con el ciberacoso, por ejemplo); así, el alumnado sabrá cómo actuar ante una situación de violencia: dónde acudir, tener claro que la persona que lo cuenta no es una chivata, sino una valiente…Fuera del centro escolar, es muy importante que las personas conozcan sus derechos y deberes en la red, que los niños y niñas tengan la supervisión de personas adultas.

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