El agresor asesina al padre de la víctima

Volviendo del juzgado la víctima con su padre y su madre, ni siquiera los dos guardias civiles que les acompañaban lograron impedir que el agresor asesinara al padre de la víctima. Para erradicar la violencia de los agresores contra quienes apoyan a sus víctimas es imprescindible ponerles nombre y legislarlas como ya se ha hecho en algunos parlamentos y asociaciones científicas internacionales. Su nombre científicamente avalado es violencia de género aisladora, puesto que su objetivo es dejar aislada a la víctima siendo así vulnerable y dificultando que se atreva a denunciar.

La violencia de género aisladora es la principal causa por la cual la mayoría de la violencia de género ni se denuncia ni se previene ni se erradica. La ciencia ha presentado múltiples evidencias de que solo suprimiendo la violencia de género aisladora se logra avanzar en la superación de la violencia de género.

Cada vez que se ataca con violencia física o verbal a quienes apoyan a las víctimas de violencia de género se está manteniendo esta situación. Hay muchas complicidades voluntarias e involuntarias, las redes sociales y muchos medios están llenos de calumnias contra las pocas personas y grupos que realmente apoyan a las víctimas. Esas mismas cuentas de redes sociales y medios de comunicación, incluso cuando dejan de calumniar, no rectifican públicamente lo que han hecho, incluso mantienen sus mensajes y sus artículos. Si realmente queremos actuar contra la violencia de género y no decir una cosa y hacer otra tenemos que denunciar públicamente cada ataque que se hace a quienes apoyan a las víctimas.