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En los últimos años, Marruecos ha dado importantes pasos hacia la protección de los derechos humanos, especialmente en la lucha contra la violencia de género y la defensa de los derechos de las mujeres y niñas. Se vislumbra un mayor compromiso con la justicia social y la equidad que situa al país como un referente regional en los esfuerzos por erradicar la discriminación y las violencias estructurales. 

El pasado mes de noviembre, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) junto con diversos socios internacionales, puso en marcha una iniciativa para fortalecer la lucha contra la violencia de género. Este impulso incluye programas de sensibilización, fortalecimiento institucional y apoyo directo a las víctimas. La colaboración de la ONU con el gobierno marroquí subraya la importancia de la acción conjunta y coordinada para erradicar esta problemática de dimensiones globales.

La prioridad en estos momentos es crear un entorno más seguro y equitativo para las mujeres y las niñas, facilitándoles acceso a servicios esenciales como la asistencia legal, atención psicológica y refugios seguros. Además, se busca fortalecer su autonomía a través de la educación y formación profesional, reduciendo así la brecha de desigualdad que perpetúa la exclusión social. 

A principios de este año, 2025, se ha producido otro avance crucial con la aprobación de una reforma legal que fortalece el marco jurídico del país para abordar la violencia contra las mujeres. Esta medida incluye penas más severas para los agresores, un proceso judicial más accesible para las víctimas y mecanismos de protección más efectivos. La legislación revisada contempla la creación de unidades especializadas en las comisarías para tratar casos de violencia de género y capacitación obligatoria para las personas funcionarias a cargo de hacer cumplir la ley. Esta última medida es más relevante de lo que parece a priori, pues garantiza que las víctimas sean tratadas en primeras instancias con dignidad y que sus denuncias sean manejadas de manera profesional y respetuosa. 

Buenas noticias para las mujeres y las niñas y para la sociedad marroquí en general, ya que la violencia de género es un problema estructural que nos atañe a todas las personas. La implementación de programas integrales y el fortalecimiento del marco legal deberían promover el cambio en las instituciones. Se espera que acceso a los refugios seguros, servicios de atención a las supervivientes integrales, así como la educación y la capacitación dirigida a las mujeres y niñas del conjunto de la sociedad marroquí contribuyan a romper el ciclo de la pobreza y la violencia, permitiendo que todas las niñas marroquíes sueñen con un futuro donde sus derechos sean respetados y protegidos. 

Si bien son pasos muy esperanzadores, el camino hacia la erradicación de la violencia presente en todos los contextos y países no sólo en Marruecos,  aún requiere de cambios y transformaciones. Las organizaciones internacionales, la sociedad civil y el gobierno deberán mantener este impulso. El compromiso con la eliminación de la violencia de género es innegociable y esencial para el desarrollo sostenible y justo de cualquier sociedad. 

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