En Afganistán, las mujeres que sobreviven a una violación enfrentan una realidad devastadora: no tienen a dónde acudir en busca de refugio o apoyo. Los talibanes siguen violentando a las mujeres afganas y eliminando cualquiera de los derechos que en otros lugares del mundo si podemos ejercerlos.
Recientemente, han surgido denuncias alarmantes de mujeres y jóvenes que, supuestamente por no llevar correctamente el hijab, han sido arrestadas y agredidas sexualmente por miembros de los talibanes durante su detención. Estas acciones no solo violan los derechos humanos fundamentales, sino que también exponen la brutalidad y el abuso de poder por parte de las autoridades talibanas. Las víctimas de estas agresiones enfrentan un doble castigo: la violencia física y psicológica infligida por sus agresores y el temor a ser castigadas o estigmatizadas aún más por su comunidad si se conocen los detalles de su abuso.
Las familias de las supervivientes, al enterarse de las agresiones, muchas veces prefieren mantener el silencio para evitar represalias adicionales. En una sociedad donde la violencia hacia la mujer está legitimada, la revelación de tales actos de violencia puede llevar a un mayor ostracismo y represalias no solo para las víctimas, sino también para sus familiares. Este miedo perpetúa un ciclo de silencio y sufrimiento, dejando a las mujeres sin el apoyo y la justicia que necesitan desesperadamente. En lugar de recibir ayuda, enfrentan una doble carga: lidiar con el trauma de la agresión y soportar el peso del estigma social.
Así lo ha denunciado la editora Zahra Nader del Zan Times, medio de comunicación con sede en Toronto liderado por mujeres que se dedica a la investigación y a la cobertura de violaciones de derechos humanos en Afganistán, centrándose especialmente en las mujeres y la comunidad LGBTQI+. Fundado en agosto de 2022, esta red de periodistas trabajan tanto dentro como fuera de Afganistán para contar sus propias historias, elevando su voz para dar forma e informar al discurso público. Desde que los talibanes tomaron el control de Afganistán en agosto de 2021, las mujeres y otros grupos minoritarios como el colectivo LGBTQI+ han enfrentado represión sistemática, violencia y la completa eliminación de sus derechos sociales y políticos. Zahra Nader recoge varios testimonios de mujeres refiriéndose a los actos de violencia sufridos y la revictimización constante que enfrentan en su día a día.
La solidaridad internacional con las mujeres y minorías afganas es cada vez más apremiante y aunque la agenda mediática nos lleve a otros focos no se puede olvidar el horror y la violencia sistemática que las mujeres afganas están sufriendo, no se puede mirar hacia otro lado ni desde el propio contexto social ni desde el internacional.
Presidenta de la Asociación CSAS (Survivors of Childred Sexual Abuse) – Science and Friendship. Directora de DF Diario Feminista. Profesora de Periodismo y Comunicación Universitat Autònoma de Barcelona.
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