
¿Imagináis que en las universidades de vuestro país hubiera un plan para frenar el acoso sexual, basado en evidencias científicas? En Estados Unidos existe desde hace 10 años, y por ser científico, implica a toda la comunidad, pero busca llegar sobre todo a hombres jóvenes.
A raíz de la acción ciudadana de denuncia de violencia sexual en contextos universitarios, It’s On Us fue una campaña iniciada por la administración Obama-Biden en septiembre de 2014, tras las recomendaciones del grupo de trabajo en prevención del acoso sexual, que conoce las evidencias científicas internacionales y sabían que es necesario implicar a todo el mundo en esta lucha. Ese gobierno se apoyó en lo que puede apoyarse el gobierno español con Ciencia en el parlamento.
Inicialmente, la campaña implicó a multitud de líderes y personas famosas en mensajes llenos de rotundidad, firmeza y gancho. No es casualidad que sean estas las características que distinguen a las nuevas masculinidades alternativas: fuerza, valentía, atractivo. Han conseguido que casi medio millón de estudiantes universitarios firmen el compromiso de It’s On Us. Se han convertido en el mayor programa de organización estudiantil en materia de prevención de agresiones sexuales de todo su país. Además, han realizado dos grandes estudios titulados Engaging men (“Involucrando a los hombres”). Comentaremos algunas de sus conclusiones.
En primer lugar, encontraron que los grupos masculinos no mixtos generaban más actitudes no inclusivas y misóginas. Es cierto que las fraternidades tienen una cultura machista muy hegemónica, pero también es verdad que podemos conseguir espacios de solo chicos u hombres que sean precisamente contextos de transformación de la socialización, si son espacios dialógicos. De no ser así, tampoco los grupos mixtos incitarán al posicionamiento activo de los hombres. Al mismo tiempo, promover amistades diversas ha demostrado ser positivo para las actitudes prosociales y para el bienestar.
En segundo lugar, destacamos que los hombres de su estudio inicial expresaron su deseo de ayudar, pero no se sentían con las herramientas adecuadas para intervenir. Expresaron su interés por una formación que les enseñara a intervenir y a reducir la tensión en situaciones de violencia sexual. A este respecto, sabemos que las personas necesitan conocer las actuaciones que tienen éxito, implicarles activamente y enseñarles cómo aplicarlas, no solo conocimientos sobre la problemática. Paralelamente, es necesario llenar de seguridad y atractivo a estos hombres.
Los órganos de gobierno de las universidades tienen la oportunidad de aplicar aquello que funciona para promover actitudes que rompen el silencio contra la violencia, protegen a las víctimas y crean una cultura superadora del acoso, sexual y de todo tipo. Está en las manos de cualquier persona de la comunidad hacer presión para conseguir hacer llegar estas evidencias y que se apliquen. Desde el profesorado, alumnado u otros colectivos, juntos, porque “It’s on us”.
👀 Visitas: 102
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Más