En muchas ocasiones se añade lo “crítico” como justificante de alternativo, de transgresor o de estar por encima de las normas. Algunas corrientes teóricas han añadido lo crítico a sus nombres para evidenciar la necesidad de una alternativa que vaya más allá y que, especialmente, permita profundizar, analizar y dar voz a aquellas personas que no la tienen, superando los obstáculos de la propia disciplina.
Siempre ha habido quienes han teorizado crítica y coherentemente toda su vida, actuando y practicando en sus vidas de acuerdo con lo que teorizan, como Paulo Freire, y por tanto han desarrollado una pedagogía crítica que da voz a las víctimas de VG de forma que se transformen en supervivientes. Otros y otras, se han aprovechado de la etiqueta de “ser crítico” para transgredir, incluso, los valores y el sentido ético de lo que dicen teorizar, incluso para atacar a las víctimas a cambio de recibir dinero y fama de los acosadores, como se menciona en el artículo científico publicado recientemente Breaking the Silence within Critical Pedagogy. Aprovecharse del trabajo de otras personas y del sentido profundo de la radicalidad democrática y de la pedagogía crítica para fines individuales, ha conllevado que algunos autores ataquen a quienes coherentemente han vivido toda su existencia rechazando la doble moral de quienes separan teoría y práctica. Ataques que hieren en lo profundo, quebrantando toda ética, con el único fin de colgarse la medalla más grande de lo “crítico”.
Pero las trayectorias personales y profesionales de quienes practican y teorizan una pedagogía crítica de manera consecuente difieren enormemente en sus relaciones de amor o amistad en sus interacciones del día a día respecto de quienes se proclaman “críticos” corrompiendo toda ética para ganar protagonismo individual. Estas trayectorias son las que difieren también de las profundas transformaciones sociales de los primeros y de su impacto en las vidas de muchas otras personas, con el nulo impacto de los otros, a quienes solo les importan sus propias trayectorias y con ellas se quedan.
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Coordinadora del Metoo University