Muchas personas optan por regalar un libro en estas señaladas fechas. Pero ante un abanico tan diverso de la oferta que encontramos en las librerías, ¿cómo nos decantamos por uno o por otro? Muchas dudas asoman, algunas sobre el formato: “Pero si este libro no tiene dibujos, ¿cómo lo va a entender?” o “Este solo tiene dibujos, ¿cómo va a mejorar su lectura?”. ¿Una lectura clásica adaptada, un pop-up de lo más atractivo? Para incrementar el aprendizaje, ¿la clave está más en el contenido o en la forma?
En el artículo Learning nanotechnology with texts and comics: the impacts on students of different achievement levels pretenden analizar el papel que podrían jugar los comics en el aprendizaje científico. Para ello, 697 estudiantes de entre 15 y 16 años, de los cuales un 53% fueron chicas, participaron en un estudio que examinaba cómo dos tipos de textos diferentes, un cómic científico y un folleto con un texto científico, modificaban las percepciones emocionales y el aprendizaje del alumnado, con el objetivo de poder determinar cuáles eran los factores principales que atraían hacia las ciencias.
Según las conclusiones sacadas después de que el alumnado usara durante una semana los textos para aprender un tema sobre nanotecnología, se observó un mejor rendimiento académico en el alumnado de nivel medio si usaban el cómic científico, mientras que esta metodología no beneficiaba mucho al alumnado de alto rendimiento. Por otro lado, tanto el cómic como el folleto ayudaron más a alumnos de bajo rendimiento, pero no modificaron su aprendizaje global debido a la falta de conocimientos previos. Para sacar sus conclusiones, el equipo investigador constató que existen cuatro factores que podrían respaldar el uso de este tipo de materiales para aprender ciencia: la dificultad percibida de comprensión, las razones de interés o desinterés, las percepciones emocionales de aprendizaje de la ciencia y el tiempo de aprendizaje.
En vista de los resultados obtenidos, el equipo investigador resalta que para aumentar el aprendizaje científico se deberían usar más los cómics científicos, debido a que ayudan mucho en el aprendizaje del alumnado de nivel medio, mientras que los textos científicos impresos únicamente benefician a los de nivel alto.
Pero, ¿y el alumnado que no se vio beneficiado? Aunque usar este tipo de textos alternativos podría ser de gran utilidad para que estudiantes de cualquier nivel avancen hacia disciplinas más científicas, no hay que dejar a nadie atrás. Por ejemplo, en las escuelas que funcionan como Comunidades de Aprendizaje, las diferentes Actuaciones Educativas de Éxito aportan conocimientos a todo el alumnado. Organizar en grupos heterogéneos es una clave para ello. Una persona aprende gracias a un texto atractivo, motivador, pero mucho más cuando se hace colaborando con los y las demás participantes; se aprende cuando te explican, pero también cuando estás explicando. El éxito está en que todo el mundo llegue a cumplir sus sueños.
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