Nice Nailantei Leng’ete es una joven que lleva desde los ocho años luchando contra prácticas que violan los derechos fundamentales de las mujeres.
Cuando era una niña y la iban a forzar a pasar la la ceremonia del emuatare, el nombre conel que el pueblo masái denomina a la mutilación genital femenina (MGF), se enfrentó a su abuelo, que era el jefe de su familia ya que ella es huérfana. Le explicó que no quería sufrir ese dolor y que deseaba seguir estudiando. La misma Nice explica cómo, aunque es una práctica ancestral, su abuelo era un buen hombre y la comprendió.
La lucha de Nailantei no acabó ahí. Se licenció en Gestión Sanitaria y su solidaridad ha continuado creciendo y extendiéndose a lo largo de los años, creando todo un movimiento que dice “basta” a la mutilación genital, a los matrimonios forzosos, a la exclusión de las niñas de los estudios y de las mujeres de la vida económica.
Ella explica cómo su gran sueño está arraigado en su tierra y está a punto de hacerse realidad. Se trata de la creación de un lugar que se llamará Nice Place y será un lugar seguro donde las niñas puedan acudir para refugiarse cuando se encuentren en riesgo de ser sometidas a la mutilación genital o a un matrimonio forzado. Tendrá tanto las funciones de un centro de acogida, como de academia de mujeres donde las niñas podrán formarse.
Nailantei cuenta que cada vez que vuelve a su aldea saca las fuerzas para continuar de los rostros sonrientes de niñas inteligentes y valientes, y recuerda que lucha porque cada una de ellas pueda convertirse en la mujer de sus sueños.
