La sección NAM de Diario Feminista lleva casi un año profundizando en distintas temáticas que comparten el enfoque, desde los estudios de las masculinidades. que supone una solución a los problemas actuales de la sociedad, en concreto, a partir de la promoción de las Nuevas Masculinidades Alternativas (NAM). Uno de los atributos que se alejan de una masculinidad tradicional consiste en la inquietud por el conocimiento y por el aprendizaje para la mejora individual y social.

Diferentes estudios en neurociencia muestran que el uso continuo de los recursos y funciones cerebrales vinculadas al conocimiento producen conexiones que refuerzan las capacidades mentales, como es la creatividad, especialmente cuando se unen al interés por mejorar la calidad de vida global. Es decir, que la inquietud y el esfuerzo por aprender, por desarrollar nuevas ideas y por investigar, cuando se une al deseo solidario de mejora social, genera posibilidades de creatividad y de transformación. Tener estas inquietudes te lleva a una forma de funcionamiento: el cerebro está activo, se mantiene un deseo por hacer cosas interesantes y que ayuden a los demás.

Las NAM se diferencian de las masculinidades tradicionales en no dotar de atractivo el discurso de la doble moral, en el uso de vías pacíficas y en la fuerza y el coraje para desarrollar todo lo anterior en una sociedad como la actual en la que debemos enfrentarnos a retos, a injusticias y situaciones de violencia. 

Otra diferencia es que dan valor al esfuerzo, en los diferentes ámbitos de la vida, tanto de vertiente individual como de tipo social, en la que los hombres en muchas ocasiones, antes, habían recibido miradas de rechazo, de menosprecio. 

Las NAM valoran a las personas que desean cultivarse, y entienden que ese es un aspecto que ayuda a mejorar muchas esferas de la vida cotidiana y que permite alcanzar, desde la libertad, los sueños de muchas personas. Por eso, nunca criticarán, ni se reirán de otro hombre, ni tampoco de las mujeres, que persisten y disfrutan trabajando, estudiando, investigando, soñando.

Otra de las ramas en las que esta perspectiva de aprendizaje y mejora puede verse es en la forma de llevar el trabajo que cada persona desempeña. Resulta poco propio de un NAM un comportamiento descuidado y dejado, puesto que un NAM busca hacer bien su trabajo, sea cual sea. Esto le puede llevar a querer ser cada vez mejor profesional, para lo cual la práctica implica perfección, en palabras de premio Nobel Eric Kandel.

Cada vez está más evidenciada la idea de que podemos ser escultores de nuestro cerebro, y de que esto tiene efectos también en nuestra salud. Dando un paso más, las NAM se rodean de personas con quienes construir y crecer colectivamente, puesto que es a través de la socialización y las amistades transformadoras, de manera solidaria y sincera, como mejoramos en cada aspecto de nuestra vida, profesional y personalmente.

Así, el esfuerzo lleno de sentido en las cuestiones importantes de la vida puede verse expresado, además, en el cuidado de las relaciones personales y profesionales para mantener la calidad, el deseo y la intimidad. Esto, como sabemos por el famoso, y ya comentado, estudio longitudinal de Harvard, tiene una correlación clara con una mayor felicidad y salud.

“Todos ansiamos una vida plena y feliz. Para tenerla es importante estar sano y, para lograrlo, lo más importante es tener un cerebro sano” (Álvaro Pascual-Leone).

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