La ginecóloga que hoy protagoniza el artículo es una mujer de ideas avanzadas en medicina para la época en que vivió, entre los siglos XI y XII. No se sabe con exactitud, pero distintas fuentes sitúan su nacimiento en 1110.
Es fácil entender que la Medicina, al igual que el resto de ciencias y artes, era un terreno reservado a los hombres, de modo que las mujeres solo podían acceder al mismo como comadronas; el resto de saberes propios de esta ciencia les estaba vetados.
Sin embargo, en el siglo XI se fundó la primera escuela laica de medicina y a ella tenían acceso las mujeres, de modo que Trótula de Salerno tomó contacto con este mundo de conocimiento. En ella adquirió los conocimientos necesarios para ejercer como profesora de Medicina en la Escuela Médica de Salerno, considerada por algunos autores como la primera universidad laica europea.
Trótula de Salerno destaca por desarrollar unas ideas eficaces y avanzadas, de tal modo que hubo quien las silenció o negó la existencia de la doctora y otorgó sus aportaciones a su marido. No consideraban posible que una mujer pudiera realizar tan excelente trabajo, así que debía pertenecer al ingenio de su marido y no a ella.
Escribió varios libros sobre la salud femenina que fueron muy influyentes; en ellos se centra en los problemas de salud de las mujeres.
Fue una profesional capaz de tratar enfermedades como el cáncer, dolencias oculares y problemas en la piel.
Ahora bien, Trótula de Salerno destaca en el campo de la ginecología y la obstreticia, en el que obtuvo reconocimiento y se convirtió en la mujer de mayor prestigio en Obstetricia y Ginecología de la Edad Media. Sus enseñanzas ginecológicas han sido seguidas durante muchos años en toda Europa, no solo fue una matrona con carisma e inteligencia sino también una doctora innovadora.
Su obra ofrece una visión general de la salud femenina; realizó dos obras: una sobre las enfermedades de la mujer y todo lo relacionado con la maternidad; y otra, sobre la higiene, productos de belleza, tratamientos estéticos y ejercicios físicos.
Su afán de separar la medicina de los monasterios supuso un avance para que se introdujera en las Universidades y ayudó a avanzar en el conocimiento. Su concepción de desligar el parto de los mitos religiosos dio lugar a su propuesta de administrar opiáceos, el uso de métodos anticonceptivos y la higiene de la mujer entre otros muchos aspectos importantes que aún se siguen practicando.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Más