Adhara Pérez, de 8 años, de una humilde familia mexicana, está estudiando Ingeniería Industrial de Sistemas e Ingeniería Industrial de Matemáticas con el sueño de estudiar Astrofísica en la Universidad de Arizona. Su coeficiente intelectual llega ya a los 162, dos puntos más que los que tuvieron Albert Einstein y Stephen Hawking.
Pero llegar hasta aquí no ha sido nada fácil. A los seis años y medio ya había terminado la secundaria, lo que hacía que se aburriera en las clases y fuera víctima de bullying, además de criticada por el profesorado y el alumnado. Ha tenido que pasar por seis escuelas diferentes y por centros de terapia. Afortunadamente el apoyo de su madre, quien tenía claro que el problema no era Adhara sino el sistema, fue importantísimo para que la niña continuara con sus estudios y ahora se plantee la meta de empezar Astrofísica, a pesar de las dificultades económicas que supone para la familia.
Adhara Pérez es ya un referente para muchas niñas que vienen de contextos empobrecidos y demuestran cada día que las dificultades en los estudios no van relacionados con temas culturales o de clase social, sino con un contexto favorecedor o no de oportunidades para que estas niñas puedan escalar siempre sus sueños, sin diferencias.
Coordinadora del Metoo University