“La práctica de la ética en la investigación en ciencias sociales es un proceso reflexivo de autoevaluación para definir la responsabilidad colectiva de una profesión frente a las cambiantes normas y expectativas”.
De esta manera las investigadoras Rebecca Cambell, Rachel Goodman-Williams y McKenzie Javorka inician su investigación en el artículo A Trauma-Informed Approach to Sexual Violence Research Ethics and Open Science debido a la necesidad que la sociedad ha despertado en la comunidad científica. Los últimos años han sido determinantes para la investigación en áreas como el acoso sexual para sacar a luz los cambios transformadores en la forma de pensar de la sociedad sobre el apoyo a las supervivientes de agresiones sexuales.
Para llevar a cabo el análisis, las investigadoras ponen el foco en cómo llegar a un círculo completo para comenzar a articular principios de investigación basados en el trauma. Además, se ofrecen soluciones potenciales para que la investigación sobre el trauma sexual incorpore la práctica informada sobre el trauma.
Entre estas posibles soluciones encontramos la necesidad de aplicar un enfoque de la ciencia basado en el trauma, lo que desafía a las y los investigadores a utilizar el conocimiento adquirido al estudiar el trauma y llevarlo a un círculo completo para guiar cómo llevamos a cabo el reclutamiento, la recopilación de datos y la difusión.
Tal y como se indica en el artículo, las prácticas informadas sobre el trauma vivido se centran en la salud y el bienestar de los y las supervivientes, para hacer que el hecho de participar en estudios de investigación relacionados con la agresión sexual sea una experiencia totalmente positiva y lo menos traumática posible para los y las supervivientes. Tales actos de solidaridad deben maximizar el bienestar de los y las participantes.
