En comparación con los jóvenes heterosexuales, los jóvenes de minorías sexuales y de género (SGMY) experimentan grandes desigualdades en el uso de sustancias, problemas de salud mental y victimización violenta o bullying, lo que los convierte en una población prioritaria para la necesidad de intervenciones.
Diferentes autores, del Centro de Salud Pública de la Universidad de Pittsburg, USA, publicaron en la revista Pediatrics la siguiente investigación Intervenciones de salud mental, drogas y violencia para minorías sexuales / de género: una revisión sistemática. Basándose en investigaciones publicadas durante enero de 2000 y 2019 en fuentes científicas como PubMed, PsycINFO y Education Resources Information Center, el artículo se propone revisar sistemáticamente las intervenciones que se han establecido hasta el momento, y su efectividad a la hora de prevenir o reducir el uso de sustancias, los problemas de salud mental y la victimización que sufren estos jóvenes. Los estudios seleccionados incluyeron diseños aleatorios y no aleatorios con datos de pretest y posttest, y evaluaron el uso de sustancias, problemas de salud mental o resultados de victimización por bullying entre SGMY.
Después de analizar miles de publicaciones, con esta revisión, los científicos identificaron nueve intervenciones para la salud mental, dos para el uso de sustancias y una para la victimización por violencia. Una intervención inclusiva SGMY examinó los servicios coordinados de salud mental. Cinco intervenciones específicas de minorías sexuales incluyeron múltiples intervenciones de políticas a nivel estatal, una intervención familiar administrada por un terapeuta, una intervención basada en computadora y una intervención en línea. Todas las intervenciones mejoraron los resultados de salud mental, dos redujeron el uso de sustancias y una redujeron la victimización por bullying.
El artículo concluye que solo existe una pequeña colección de diversas intervenciones para reducir el uso de sustancias, los problemas de salud mental y la victimización entre este colectivo. La escasez de intervenciones identificadas en esta revisión resulta ser más bien insuficiente para mitigar las desigualdades notorias en el uso de sustancias, problemas de salud mental y violencia entre SGMY.
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