Diouma Sene cuenta ahora 26 años de edad. Su familia la comprometió con un hombre 20 años mayor que ella cuando apenas ésta era una adolescente. Diouma se negó a casarse y lo intentó todo para detener la boda: dejó de comer e intentó quitarse la vida en varias ocasiones. Nada parecía parar los preparativos. Una vez casada, se negó a vivir con “su marido”. La joven relata que “le dijo que no le quería y que no le debía nada”, según recoge El Pais. En un momento de descuido, Diouma escapó con lo puesto lo más lejos que pudo. Ahora relata su historia, sentada en La Casa de los Derechos de las Mujeres, en Saint Louis, Senegal.
Se trata de un centro que atiende y presta escucha y apoyo jurídico a las mujeres víctimas de violencia. Una forma de violencia contra las niñas es el matrimonio infantil. Organismos internacionales como Unicef señalan que el 31% de las chicas senegalesas de entre 20 y 24 años se casó antes de los 18. Save the Children sitúa un matrimonio con una niña menor de 15 años cada 7 segundos. El matrimonio infantil tiene consecuencias nefastas tanto para la salud de las niñas (por ejemplo, los riesgos vinculados a dar a luz a tan corta edad) como para la sociedad en general.
Como Diouma Sene, cada día llegan mujeres con historias similares a la Casa de los Derechos de las Mujeres: víctimas de violencia conyugal, sexual, económica y social. Diaw Anne Sarr, responsable de derechos de las mujeres en la ONG La liane en Saint Louis, subraya que empieza a haber un cambio: cada vez más mujeres rechazan la idea de normalizar la violencia contra ellas. Aún hay mucho que hacer para lograr que ni una sola niña sufra ningún tipo de violencia, pero, por el momento, La Casa de los Derechos de las Mujeres proporciona oportunidades para transformar historias de vida como la de Diouma Sene.
