Tres metros sobre el cielo, la reconocida obra de Federico Moccia, ha sido a nivel mundial un revulsivo de atracción y deseo hacia los modelos y las relaciones afectivo-sexuales más violentas, presentadas en nombre de un falso amor que se sustenta sobre la base del maltrato y la sumisión femenina. Igual sucede en otras obras del mismo autor, en que se pretende difundir un ideal de amor antagónico al mismo con el fin de generar confusión y fomentar unas relaciones que se alejan totalmente de este ideal.
Además de con sus obras, Moccia reafirma sus aportaciones antifeministas de la literatura juvenil afirmando en una entrevista a EFE que las mujeres feministas y el feminismo en general se han convertido en “un exceso de lucha”.
Moccia desde sus inicios se ha concebido como autor de novela romántica, con unas obras que relatan altibajos sentimentales, montañas rusas de sentimientos y dependencia mayoritariamente de sus protagonistas femeninas hacia tipos ideales de hombres caracterizados por su violencia y menosprecio hacia las chicas. Lejos de lo que han sido tradicionalmente las historias románticas, totalmente alejadas de violencia, tensiones y sumisión como ya se exponía en este diario. La socialización de chicos y chicas hacia modelos de relaciones afectivo-sexuales que se sustentan bajo el principio de atracción a la violencia constituye un factor de riesgo clave. Contrariamente, la socialización en el deseo hacia modelos alternativos totalmente libres de violencia es la base de la prevención que desde el feminismo se ha evidenciado.
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