Tras dos años de cambios, la casa hecha museo de Ana Frank ha reabierto el pasado jueves sus puertas. La casa de Ana Frank es uno de los lugares más visitados de Ámsterdam por su interés cultural e histórico. Tras esta larga espera, el museo persigue captar la atención de las nuevas generaciones a través de diversas innovaciones de las que podrán gozar en sus visitas.
La novedad más destacada es la introducción de audioguías que permitirá a los y las visitantes a conocer con mayor detalle la historia del Holocausto a través del testimonio de la adolescente Ana Frank, así como de los relatos incluidos en su diario sobre las historias de vida de sus familiares. El uso de estos dispositivos tecnológicos posibilita que no se generen cambios significativos en el espacio. La casa en la que ella y su familia se escondieron en 1942, durante la ocupación nazi de Holanda, se caracteriza en la actualidad por su vacío, elemento que se pretende conservar desde la dirección del museo, así lo confirma para euronews su director Ronald Leopold.
Otro de los espacios que se ha deseado tratar con sumo respeto ha sido el anexo, lugar al que acceden las personas visitantes tras atravesar una falsa biblioteca. En este espacio era donde se escondían Ana Frank, su hermana Margot, su padre Otto y su madre Edith, junto con 4 personas judías más, y también donde Ana escribía su diario, uno de los documentos más populares sobre el Holocausto.
En la actualidad, se pueden ver en este espacio algunos objetos, fotografías o proyecciones audiovisuales que han sido añadidos durante el periodo de cierre. También se puede observar el diario original de Ana, de tapa blanca y roja, y algunas de sus páginas. La misión educativa del museo y las innovaciones introducidas pretenden atraer a un público más joven para seguir dando a conocer historias vividas durante el régimen nazi.
