La nueva configuración del Congreso de los Estados Unidos tras las elecciones celebradas el martes pasado se caracteriza por el incremento histórico de la representatividad de mujeres diversas. Un total de 113 mujeres formarán parte de los 435 escaños de la cámara de representantes y del senado de este país, frente a las 107 que ya ocupaban sus asientos, según informa Europa Press.
Es la consecuencia de la respuesta de muchas mujeres y movimientos feministas a los ataques continuos del presidente Trump y su administración hacia ellas. En concreto, la Marcha de las Mujeres del año pasado y el movimiento MeToo, así como otras muchas iniciativas, han logrado movilizar a la ciudadanía en estas elecciones, así como dinamizar muchas candidaturas femeninas. Un total de 590 mujeres, tanto del Partido Demócrata (428) como del Partido Republicano (162) se presentaron al Congreso, resultando elegidas 103 de ellas, que se suman a las 10 senadoras que ya ocupaban su cargo y no se presentaban en estos comicios.
Más allá del crecimiento del número de mujeres elegidas, está su diversidad. Mujeres provenientes de clases sociales más modestas, negras, latinas, indígenas, jóvenes, musulmanas, de origen inmigrante, de diferentes opciones sexuales, se han hecho un lugar representando a sus conciudadanas en muchos de los estados que forman Estados Unidos, la mayoría por el partido demócrata.
Esta diversidad femenina se puede representar en diez mujeres que aspiran a hacer historia y a transformar el actual escenario político estadounidense. Así, Nueva York tiene a la congresista más joven, Alexandria Ocasio-Cortez. Nuevo México y Kansas, las primeras nativo-americanas, Deborah Haaland y Sharice Davids, primera congresista abiertamente lesbiana. Michigan y Minnesota, las primeras musulmanas, Rashida Tlaib e Ilhan Omar. Massachusetts, su primera congresista negra, Ayanna Pressley. Tennessee, su primera mujer senadora, Marsha Blackburn. Texas sus primeras representantes latinas, Veronica Escobar y Sylvia Garcia. Y Vermont, su primera gobernadora transgénero, Christine Hallquist.
Una participación y una victoria histórica para las mujeres. El principio del camino, como escribió el pasado martes en su cuenta de Twitter Rashida Tlaib, primera congresista musulmana, de origen palestino: “Hoy, las mujeres de todo el país están en la papeleta electoral. Sí, marchamos fuera del Capitolio, pero ahora podemos marchar hacia el Capitolio. ¡Ya vamos!”
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