La revista científica Violence Women Against, ha publicado recientemente el artículo How Do Employees to Disclosures of Violence From Women With Disability? cuya investigación examina la respuesta que las personas que desempeñan su trabajo en contextos de diversidad funcional dan cuando alguna mujer les revela haber sido víctima de violencia de género. El personal investigador del estudio realizó 10 entrevistas a empleados y empleadas con el fin de analizar hasta qué punto y de qué forma éstas respuestas se ven condicionadas y no son las más eficientes por encontrar algunas barreras y desafíos.
En este sentido, uno de los hallazgos clave de la investigación es la identificación de ciertas barreras que bloquean y dificultan el que se dé una respuesta adecuada. Algunos de esos obstáculos es la falta de capacitación específica sobre cómo manejar casos de violencia en mujeres con diversidad funcional y las limitaciones en los recursos y el apoyo institucional. Además, el estigma y los prejuicios sobre la discapacidad pueden llegar a influir negativamente en la calidad de la atención y la ayuda que se debe proporcionar.
Por otro lado, el artículo aporta algunas claves y estrategias para mejorar la respuesta del personal en este ámbito, como por ejemplo, la necesidad de implementar políticas y protocolos claros así como de fortalecer la colaboración intersectorial. Medidas que no sólo pueden mejorar la respuesta inmediata desde el momento en que una víctima de violencia rompe el silencio y pide ayuda, sino que también contribuirán a construir sociedades más inclusivas y comprensivas para las mujeres con diversidad funcional.
Es importante, tal y como destaca el artículo, abordar las barreras estructurales y proporcionar los recursos y la capacitación necesarios para que las personas empleadas puedan ofrecer un servicio de ayuda efectiva y sensible a las revelaciones de violencia de género de mujeres con diversidad funcional y que independientemente de su capacidad, reciban el apoyo y protección que necesitan.
