“No quiero llamarle. No quiero seguir con la función. Me voy”. Son algunas de las declaraciones realizadas el pasado miércoles por el actor Pepe Viyuela al abandonar la obra de teatro “Jardiel enamorado”. El actor tomaba esta decisión tras la denuncia contra el director de la obra, Ramón Paso, por presuntos delitos sexuales que Paso habría cometido contra 14 mujeres (de entre 18 a 25 años) entre 2018 y 2023. Además, ha añadido lo siguiente: “Me pongo de parte de las presuntas víctimas”. Tanto el rechazo a la violencia como el firme posicionamiento junto a las víctimas por parte de Viyuela forman parte de un comportamiento ejemplar que aplaudimos desde este diario.
Por un lado, el posicionamiento de Viyuela nos sirve para desmontar, por si aún no estaba desmontado, el bulo de que todos los hombres somos machistas o potenciales agresores. Además, este tipo de bulos son muy perjudiciales para la superación de la violencia de género. Tal y como han reflejado los estudios científicos en el área de género y masculinidades, al igual que han mostrado diferentes publicaciones de este periódico, la realidad es que en la lucha contra la violencia de género siempre ha habido mujeres y hombres que se posicionan con las víctimas. Por lo tanto, no se deben invisibilizar estas actitudes aliadas que adoptamos todos aquellos chicos y hombres, comprometidos con los valores de las Nuevas Masculinidades Alternativas, en la prevención, superación y erradicación de la violencia de género.
Por otro lado, el compromiso de Viyuela con las víctimas también nos sirve para construir socialmente la idea del posicionamiento como una experiencia positiva. Celebramos su valiente actitud que puede motivar a muchos jóvenes y hombres a que tomen un rol más activo en la lucha contra los delitos sexuales. Además, tal y como muestran las investigaciones, estos chicos que se posicionan deben ser apreciados y valorados socialmente, ya que no es fácil encontrar personas como Viyuela que tomen una posición clara con las víctimas y que actúen firmemente contra el acoso sexual. Cuantas más veces valoremos estos posicionamientos, más veces se darán, en beneficio de las víctimas y contra los acosadores, que verán su coto cada vez más reducido.
Las Nuevas Masculinidades Alternativas no queremos ser parte del problema, sino agentes activos en la transformación hacia relaciones de género más igualitarias y libres de violencia.
