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Las conversaciones o referencias a la masculinidad o masculinidades son en la actualidad muy frecuentes. No obstante, mucho de lo que se comenta y se escucha está basado en opiniones infundadas o ideas ocurrentes. Incluso se escriben libros, guías o se realizan formaciones que no tienen ningún fundamento científico. Hay que denunciar estas prácticas que no buscan realmente la mejora social e incluso son contraproducentes en muchos casos, ya que promulgan bulos en torno a la masculinidad que generan más violencia de género.

Por suerte, desde hace décadas que existen los Men’s Studies, la disciplina que internacionalmente estudia de manera sistemática las masculinidades desde ángulos muy distintos. Existen cada vez más revistas científicas (la imagen de la portada destaca algunas de las que más impacto científico tienen) en las que cada semana se publican investigaciones sobre la temática, ya sea desde una mirada sociológica, educativa, médica, criminológica, judicial, psicológica, antropológica. Además, muchos más artículos sobre masculinidades se publican en otras revistas científicas. Hay muchos libros de personas expertas en género. Muchas tesis, y también Trabajos de Fin de grado o máster, cubren la temática. Asimismo, se conceden y desarrollan cada vez más proyectos de investigación, innovación y desarrollo que abordan las masculinidades.

Frente a la gran cantidad de información que podemos encontrar, en muchos casos gratuitamente, ¿cuál es el criterio que podemos tener para elegir en qué centrarnos? En muchos casos encontramos aportaciones que, si bien hacen un diagnóstico que denuncia la identificación y reproducción de la masculinidad hegemónica (definida por Raewyn Connell), no van más allá de esa dimensión exclusora que muestra las dificultades y barreras para la superación de las problemáticas que involucran a chicos y hombres.

Desde la sección de NAM de Diario Feminista sugerimos fijarnos en el impacto social de esas contribuciones científicas, sumadas a la rigurosidad y ética: ¿esa contribución teórica o científica propone análisis o evidencias que ayuden a mejorar la realidad de estudio, por ejemplo, previniendo la violencia de género o las diferencias injustas entre sexos?

En esta sección rescatamos y enfocamos los estudios y realidades en torno a las masculinidades desde las Nuevas Masculinidades Alternativas: lo hacemos porque hasta el momento es la conceptualización que más ha demostrado científicamente promover menos Masculinidades Tradicionales Dominantes u Oprimidas, y más Nuevas Masculinidades Alternativas (NAM), y por lo tanto la que más contribuye a un mundo mejor.

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