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Un nuevo estudio aporta evidencias sobre los beneficios que aporta caminar después de comer, como son reducir los niveles de azúcar en sangre, lo cual puede ayudar a evitar complicaciones como la diabetes de tipo 2, según informa The New York Times

Se trata de un meta-análisis que se ha publicado recientemente en la revista Sports Medicine, en el que se ha analizado los resultados de siete estudios que comparaban los efectos de estar sentado frente a estar de pie o caminar sobre las medidas de salud del corazón, incluyendo los niveles de insulina y azúcar en sangre. Los resultados desvelan que caminar ligeramente después de una comida, en incrementos de tan solo dos a cinco minutos, tiene un impacto significativo en la moderación de los niveles de azúcar en sangre. 

Los estudios evaluados analizaron a personas tanto con prediabetes o diabetes tipo 2, como sin este tipo de enfermedades. Todos los estudios demostraron que unos pocos minutos de caminata de intensidad ligera después de una comida eran suficientes para mejorar significativamente los niveles de azúcar en sangre en comparación con sentarse en un escritorio o dejarse caer en el sofá. 

Esto se debe a que caminar ligeramente requiere un compromiso más activo que estar de pie y utilizar el combustible de los alimentos en un momento en que hay una gran cantidad de estos circulando por el torrente sanguíneo, lo que va a suponer que los músculos absorban parte del exceso de glucosa. 

Para la personas con diabetes, evitar fluctuaciones bruscas de los niveles de azúcar en sangre es un componente esencial para controlar su enfermedad. Un paseo corto entre 60 y 90 minutos después de comer puede ser especialmente beneficioso para minimizar las subidas de azúcar en sangre, ya que es cuando los niveles de azúcar tienden a alcanzar los puntos más altos. 

La contribución de este estudio apunta que, moverse, aunque sea un poco, merece la pena y puede dar lugar a cambios apreciables en marcadores de salud. Durante la jornada laboral los mini paseos son muy prácticos. Si no se puede, podría ser ir a por un café o incluso dar un paseo por el pasillo. Las personas que trabajan desde casa puede ser levantarse para hacer las tareas domésticas, encontrar formas de mover el cuerpo o un paseo alrededor de la manzana entre reuniones o después de comer. Si no, estar de pie también permitirá parte de este camino. Según apunta el equipo de investigación, los beneficios de la actividad física nunca son todo o nada, se trata de un efecto gradual de a más actividad, más salud. Cada paso cuenta e incrementa el obtener un beneficio.

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