Birgit Kolar, eminente violinista, se ha puesto al frente de la Orquestra Simfònica del Vallès para interpretar a Mozart en el Palau de la Música de Barcelona. Ha dirigido violín en mano, y a la vez ha deslumbrado como solista en el Concierto Nº 5 del compositor austríaco. Pocas son las mujeres directoras de orquesta, y las que lo están consiguiendo datan principalmente del siglo XXI. En estos momentos se contabilizan veinte, y a menudo actúan con intermitencias.
Arduo trabajo ha sido el de lograr que los músicos admitieran tocar bajo una batuta femenina, como, por lo demás, lo ha sido que los hombres admitieran el mando de una mujer en la empresa, el taller o la oficina. En el ámbito musical específicamente, merece ser recordada la trayectoria de Antonia Louisa Brico, nacida en Róterdam en 1902. Sus esfuerzos para convertir en realidad sus ansias de dirigir una orquesta sinfónica fueron plasmados en una película del año 2018 titulada precisamente “La directora de orquesta”.
Brico se enfrentó con tenacidad al recelo machista de principios del siglo XX, consiguiendo al fin ponerse al frente nada menos que de la Orquesta Sinfónica de Berlín en 1930. Una epopeya de la primera mujer directora, la cual, sin embargo, nunca logró ser nombrada directora titular de orquesta alguna. Cuando falleció, en 1989, todavía ninguna mujer contaba con un puesto fijo de directora en ninguna orquesta del mundo.
En el Palau, gozar del concierto mozartiano y comprobar cómo una mujer ejemplificaba el progreso hacia la igualdad de género resultó ser una memorable combinación.
