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En Europa, uno de cada cinco niños o niñas es víctima de alguna de las múltiples formas que puede tomar la violencia sexual, sea a través del espacio on line o no. Sin embargo, cuando el abuso además se registra y se comparte on line, el daño aún se perpetúa más. Las personas supervivientes tienen que salir adelante sabiendo que las imágenes y vídeos de los crímenes que se han cometido sobre ellas circulan por ahí y cualquiera, incluidas sus amistades o familiares, puede verlas. 

Aunque el desarrollo exponencial que ha vivido el mundo digital ha supuesto un gran avance para la humanidad, también ha facilitado la creación y globalización de un mercado en el que intercambiar material de abuso sexual infantil, que ha contribuido a convertirlo en una lacra social. Las cifras sólo en el territorio europeo abruman y, según los últimos informes publicados por diferentes organismos oficiales, en los últimos años ha habido un aumento enorme de los casos pasando de 23.000 reportes en 2010 a más de 725.000 en 2019, los cuales incluyen más de 3 millones de imágenes y vídeos. Aunque las evidencias revelan que Europa se ha convertido en el mayor contenedor de material de abuso sexual infantil, igualmente a escala mundial ha habido un aumento espeluznante pasando de 1 millón de casos reportados en 2010 a 17 millones en 2019, con casi 70 millones de imágenes y vídeos que contienen abuso sexual infantil. Y todo indica que la crisis ocasionada por la pandemia del COVID-19 no ha hecho sino exacerbar esta problemática, especialmente para aquella población infantil que viven con sus abusadores así como para quienes han visto cómo el aislamiento físico ha incrementado su tiempo de conexión on line sin la supervisión de una persona adulta que les proteja del riesgo de entrar en contacto con los depredadores sexuales. 

La Unión Europea (UE) ha reconocido que esta situación exige la urgente puesta en marcha de medidas cuya efectividad sea mayor que la que hasta el momento haya podido haber. En este sentido, la comisionada de Asuntos Internos, Ylva Johansson, anunciaba la intención por parte de la UE de proponer una legislación que exija a las plataformas on line detectar e informar el intercambio de material ilegal. Y. Johansson añadió que la UE está valorando la posibilidad de crear un nuevo centro europeo cuya misión sea desarrollar actuaciones dirigidas a prevenir y combatir el abuso sexual infantil y que Europa pueda continuar liderando la lucha contra esta lacra. 

Así pues, la Comisión europea ha presentado una nueva estrategia de seguridad. En la misma, se proponen algunas medidas como las que nombraba Johansson y otras como la creación de una red de prevención que impulse y dé apoyo a las prácticas basadas en evidencias o una mayor contundencia en la respuesta de las fuerzas del orden público, incluido un Centro y Laboratorio de Innovación que Europol establecerá, al tiempo que se dotará de mayor financiación al desarrollo de las capacidades digitales de las autoridades policiales en los Estados miembros. 

Las nuevas propuestas tienen el fin de complementar y aumentar la eficacia de las acciones que la UE ya lleva a cabo para la protección de la infancia frente al abuso sexual y, al mismo tiempo, luchar contra los nuevos retos que se plantean y presentar un nuevo marco de referencia que responda de manera integral a la creciente amenaza del abuso sexual infantil, tanto on line como en otros espacios, para el periodo comprendido entre los años 2020 y 2025.

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