Gracias a la valiente denuncia realizada por la madre de las menores, en Egipto se enjuiciará por primera vez al doctor y el padre de tres niñas que fueron sometidas a mutilación genital Femenina (MGF). Aunque desde 2008 esta práctica está prohibida en ese país y desde 2016 está penalizada, aún hoy en día hay muchas dificultades para hacer cumplir la ley y nadie ha sido condenado desde 2016.
La denuncia de la madre y la rápida respuesta de las autoridades egipcias se ha percibido como un gran avance entre los grupos defensores de los derechos de la mujer ya que da cuenta de la mayor conciencia que hay cada día sobre los devastadores efectos que la MGF tiene para las niñas y mujeres que son sometidas a ella.
Por su parte, las campañas de concientización a nivel mundial tienen como objetivo erradicar esta práctica para el año 2030. Según los activistas es un tema muy difícil ya que, aunque la MFG tiene como objetivo controlar la sexualidad femenina, aún sigue profundamente arraigado en muchos lugares y a menudo se justifica por razones culturales o religiosas en las sociedades conservadoras.
Sabemos que la MFG es una práctica realizada principalmente en países de África, aunque se estima que se lleva a cabo en 30 comunidades en todo del mundo y según los datos actualizados de la Unicef a Febrero de 2020, Somalia tiene la mayor prevalencia mundial de MGF (el 98% de las mujeres han sido sometidas a la ablación), seguida de Guinea, Djibouti, Malí, Sudán y Egipto. Este último tiene el mayor número de mujeres que han sido sometidas a la ablación. Gran parte de la sociedad es permisiva con la MGF, que es ampliamente practicada tanto por quienes profesan el cristianismo como el islamismo.
Los datos son desalentadores para el objetivo de erradicar la MGF. Sin embargo, son muchos los organizamos internacionales y las asociaciones locales que trabajan para que la MFG sea parte del pasado. Con diversas campañas de difusión, trabajo de lobby político y acciones directas con la comunidad, se espera que cada vez sean menos las niñas y mujeres víctimas. También se apuesta por que se multipliquen las acciones valientes como la de esta madre, que vayan abriendo el camino al cambio y se juzgue a quienes continúen realizando esta práctica.
