La Red chilena contra la violencia hacia las mujeres exige que la ley no favorezca a los abusadores y violadores

La “Red chilena contra la Violencia hacia las mujeres”  ha manifestado su rechazo contra el  anteproyecto de ley para reformar el Código Penal de Chile por agravar la situación de las víctimas de violación y a las y los menores víctimas de agresiones sexuales. 

Hay dos temas urgentes a abordar.  El primero, se busca graduar la pena según como se haya doblegado la voluntad de la víctima de violación.  Tal y como recoge la Red contra la Violencia de Chile, esto implica ponerse a favor del violador.  Una violación es una violación, independientemente de cómo se haya llevado a cabo. Graduar la pena según el nivel de resistencia de la víctima es una falacia. Es no aplicar lo que las evidencias científicas recogen.  Hay dos enfoques legales claramente definidos, el foco está en la víctima o el violador. Si realmente se quiere penalizar el delito sexual, el foco debe ponerse en la acción del violador, por tanto, el peso cae en la responsabilidad de quien ha violado, no de la persona que ha sufrido la agresión sexual. Solo así se aplicarán los criterios de justicia que la sociedad está reclamando cada vez con mayor urgencia.

El segundo tema es rebajar el consentimiento sexual a los doce años.  Sin duda, esta propuesta, favorece a los abusadores.  Solo las personas interesadas en que se desproteja a las y los menores de las agresiones sexuales de personas adultas abogan por esta reducción de la edad de consentimiento.  Aceptar este tipo de propuestas conlleva admitir que una persona adulta puede vulnerar la libertad sexual de un menor y no obtener un castigo penal por ello. Un retroceso dañino que, si se acepta, envía un mensaje claro a la sociedad: impunidad ante las agresiones sexuales perpetradas hacia el colectivo más vulnerable, las chicas y chicos más jóvenes.

Es necesario un cambio de perspectiva judicial donde se penalice desde la ética de las consecuencias de los violadores y abusadores, no desde el consentimiento de las víctimas. Porque, como sabemos, no es el consentimiento el factor decisivo para establecer si ha habido o no una agresión sexual, como de una forma excelente se recogió en el artículo “Consentimiento Sexual y Actos Comunicativos”.