Un informe reciente de Human Rights Watch (HRW) ha revelado impactantes detalles sobre la violencia sexual en Sudán, perpetrada por la milicia Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) durante la guerra civil que lleva 15 meses devastando el país. Según el informe, miembros de la RSF han cometido violaciones atroces y torturas en Jartum, la capital sudanesa, afectando a mujeres y niñas, algunas de tan solo nueve años. Si bien las mujeres y niñas son las que mayoritariamente han sufrido estos atroces ataques sexuales, también hay hombres y niños que han sufrido violaciones sexuales, según el informe de HRW, y es necesario visibilizarlo para que puedan recibir atención como supervivientes.
Los testimonios recogidos por HRW indican que muchas víctimas fueron secuestradas, torturadas y forzadas a la esclavitud sexual. Incluso se documentaron casos de mujeres y niñas que murieron a causa de la brutalidad de los ataques. El informe destaca que algunas madres fueron violadas mientras intentaban proteger a sus hijas, y que muchas de las víctimas sufrieron lesiones graves, requiriendo atención hospitalaria.
Además, HRW denuncia que tanto la RSF como las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) han obstaculizado el acceso de las víctimas a atención médica de emergencia, un acto que constituye un crimen de guerra. Aunque el gobierno sudanés ha rechazado las acusaciones contra las SAF, el informe subraya que ambos bandos han cometido atrocidades, y llama a la Unión Africana y a las Naciones Unidas a desplegar una fuerza de protección civil para prevenir más crímenes contra la humanidad. La situación en Jartum refleja una realidad aterradora para las mujeres y niñas, y también hombres y niños, que viven bajo constante amenaza en medio del conflicto en curso.
Es necesaria una respuesta internacional para frenar la violencia sexual perpetrada a diaria. Y como el mismo informe recoge las víctimas se sienten desprotegidas porque a muchas se les dificulta poder denunciar y ser atendidas como requieren.
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